El primer ministro belga, Charles Michel, ha asegurado este jueves que hay una "gran diferencia" entre Catalunya y Escocia y ha descrito como "elementos esenciales" el respeto por "las reglas europeas, el Estado de derecho y el orden constitucional".

En una intervención en el Parlamento federal belga a instancias de una pregunta parlamentaria, Michel ha admitido que "efectivamente hay discusiones sobre el futuro institucional" de algunos países europeos pero que Bélgica tiene que respetar estos debates democráticos en Europa" sin posicionarse porque son "asuntos internos".

El diputado del N-VA Peter Luykx ha reclamado al primer ministro una respuesta sobre Catalunya y ha advertido que hay que tomarse "seriamente" la situación actual. Según Luykx, hace falta una respuesta internacional a la sentencia del 9-N contra Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau para "reforzar la credibilidad de la Unión Europea".

El diputado ha dicho al primer ministro belga que las consecuencias del juicio a Mas, Ortega y Rigau "superan el orden nacional" y requieren, "desde un punto de vista moral", un posicionamiento europeo similar a lo que se ha tomado "con Turquía". "No podemos olvidar que en España, también, un expresidente democráticamente escogido ha sido llevado ante la justicia y condenado por desobediencia", ha dicho.

Luykx, miembro de la Comisión de Exteriores de la cámara federal y uno de los diputados que en 2015 participó en un intercambio de opiniones en Bruselas con el Govern catalán, ha asegurado que la Unión Europea tendría que aceptar unas hipotéticas Catalunya o Escocia independientes.

Para este diputado flamenco, cerrar la puerta a catalanes o escoceses sería un "riesgo" para la UE, ya que estos nuevos Estados serían "pro-europeos". "Nos tenemos que tomar seriamente la voz catalana y escocesa, no quedamos indiferentes", ha reclamado.