La candidata de la CUP por la demarcación de Lleida, Mireia Boya, espera que cuando se presente la Guardia Civil en el Museo de Lleida para llevarse las obras de Sixena la gente lo defienda como hicieron con los colegios electorales el 1-O. En este sentido dice que ''más allá que te guste o no el arte sacro se puede coger este caso como una bandera de resistencia de lo que está siendo el 155''.

Mireia Boya cree que con el conflicto del arte de Sixena el Estado ''quiere humillar a Catalunya'' y ha encontrado una oportunidad para ''robar el arte adquirido legalmente por el Govern''. En este sentido, espera que cuando la Guardia Civil vaya al Museo de Lleida a buscar el arte se encuentre a mucha gente que diga que los museos no se tocan de la misma manera que el 1-O mucha gente dijo que el referéndum era suyo y que lo quieren hacer, y de la misma manera que el 3-O la gente salió masivamente diciendo que las calles eran suyas.

Según Boya, si la policía se atreve a ir a Lleida se encontrarán a la gente de pie y remarca que esta es la actitud que reivindica la CUP para materializar la República; a través de la desobediencia y la vía unilateral.

Lleida independentista

En una entrevista en la ACN, Boya ha asegurado que Lleida ''es mayoritariamente independentista'' por lo cual cree que el próximo 21-D se mantendrán los 11 diputados que la circunscripción aportó a las fuerzas soberanistas. Ve posible que la CUP pase de uno a dos por el hecho de que ERC y Junts por Catalunya van por separado pero en cualquier caso no prevé un ascenso de las fuerzas unionistas. De hecho, Boya asegura que el Pirineo cuenta con el ''cinturón amarillo'' que es donde más porcentaje de voto registró la CUP en el 2015, con una ''media luna que va desde el Alt Urgell, los dos Pallars, la Vall de Boí y la Ribagorça. El objetivo es conseguir el segundo diputado cupaire, Pau Juvillà, actual concejal de Crida per Lleida en la Paeria ''para poder contar con un representante del llano y uno del Pirineo''.

Boya lamenta que no se haya podido ratificar un acuerdo de 3 puntos en común con Junts per Catalunya y ERC y echa las culpas al PDeCAT porque ''no ha querido''. Asegura que ellos han estado sentados negociando sobre como había que escribir estas tres ideas (contra el 155, la libertad de los presos y hacer la república), pero ''nos dijeron que como ya salían en los programas electorales no hacía falta''.

''Votar a los Comuns es tirar el voto a la papelera de la historia''

Mireia Boya considera que votar en Catalunya a Comú-Podem es ''tirar el voto en la papelera de la historia'' porque apuestan por conseguir el consenso político al Estado sobre el derecho a decidir y ''eso es imposible por muchos años'' ya que haría falta que hubiera dos tercios de fuerzas a favor en el Congreso o que el PP perdiera la mayoría en el Senado. Es por eso que Boya pide a los Comuns que ''no engañen más a la gente'' y se muestra especialmente crítica con la candidata leridana de la formación, Sara Vilà, de quién dice que siempre ha posicionado como independentista.