La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Saénz de Santamaría, invitó este viernes al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, a exponer su proyecto de referéndum pactado en las Cortes españolas. Lo cierto, no obstante, es que la demanda de los catalanes de poder votar se ha debatido ya en el Congreso español en varias ocasiones en los últimos cinco años y el resultado ha sido el del rechazo reiterado a la consulta. Varias proposiciones no de ley no han prosperado y en reiteradas ocasiones la respuesta a las preguntas en sesión plenaria para poder celebrar el referéndum han recibido un 'no' como respuesta. De entre todos los intentos fracasados, uno de los más destacados fue la negativa del Congreso al traspaso a la Generalitat de la competencia para convocar la consulta del 9-N, que defendieron el 8 de abril del 2014 Joan Herrera, Marta Rovira y Jordi Turull en representación del Parlament.

El referéndum de Catalunya ha estado presente en la Cortes españolas desde 2012. Precisamente el 24 de julio de 2012 rechazaron una proposición de ley presentada por ERC, BNG, Amaiur, IU e ICV que pedía la autorizar la convocatoria de referéndums consultivos, propuesta que no prosperó con los votos en contra de PP, UPyD, FAC y UPN. En octubre del mismo año, ERC presentó una proposición no de ley para transferir a la Generalitat las facultades para convocar consultas populares, proposición que también cayó.

Un año más tarde, el 8 de octubre del 2013, también fue rechazada una proposición no de ley presentada por ERC, Amaiur y BNG que defendía el derecho de los pueblos a la autodeterminación y especificaba los mecanismos para llevar a cabo un referéndum. La propuesta se encontró con los votos en contra de PP, PSOE y UPyD.

También en 2013, el debate sobre el estado de la nación fue escenario del diálogo sobre esta materia a través de varias propuestas de resolución, tanto de partidos catalanes como del resto del Estado. Así, no prosperó una propuesta de resolución de ERC que pedía que las comunidades autónomas y entes locales pudieran convocar referéndums sin autorización estatal previa ni tampoco una de CiU que reclamaba iniciar un diálogo con el Gobierno para hacer posible la consulta.

La misma suerte tuvo una proposición de Amaiur que reclamaba que el Estado respetara la convocatoria de consultas o referéndums por parte de diferentes parlamentos. Tampoco salió adelante la de IU-ICV que instaba al gobierno español a negociar con los partidos catalanes la celebración de un referéndum que permitiera conocer la voluntad de la ciudadanía catalana sobre su futuro político.

Pero uno de los 'no' más destacados del Congreso al referéndum tuvo lugar el 8 de abril del 2014, cuando los diputados del Parlamento Jordi Turull (CiU), Joan Herrera (ICV-EUiA) y Marta Rovira (ERC) defendieron en las Cortes españolas la proposición del Parlament para traspasar a la Generalitat la competencia para convocar el 9-N. La petición recibió 299 votos en contra: PP, PSOE, UPyD, Foro Asturias y UPN. Votaron a favor CiU, Izquierda Plural, PNV, Amaiur, ERC, BNG, Nueva Canarias, Compromís-Equo y Geroa Bai, mientras que Coalición Canaria se abstuvo.

Más allá de estas proposiciones, también han sido reiteradas las preguntas orales o escritas que diputados catalanes de ERC y el PDeCAT, pero también de otras formaciones como Amaiur, han formulado en las sesiones plenarias del Congreso español sobre la posibilidad de celebrar un referéndum. La respuesta por parte del ejecutivo popular ha sido siempre 'no'.

La cuestión catalana marcó también las negociaciones para formar gobierno de 2016, ya que tanto el PDeCAT como ERC pusieron la celebración de la consulta como condición para poder dar apoyo a un posible gobierno entre PSOE y Podemos, condición que tampoco fue aceptada.