El puerto –marítimo– más próximo a Madrid se sitúa a más de 300 kilómetros de distancia, pero este detalle no parece preocupar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que este jueves ha dado apoyo explícito a una iniciativa de la oficina de Cultura y Turismo autonómica que pretende impulsar este territorio como "puerto de entrada y salida" para los cruceros de lujo.

 

De hecho, a pesar de la evidencia de que Madrid no tiene mar, la voluntad del gobierno madrileño es el de intentar vender los encantos turísticos de la capital española para tratar de convencer a los cruceristas que pasan por el Estado –más de 8 millones el año pasado–, para que antes o después de embarcar pasen por Madrid aprovechando las "buenas comunicaciones con otras regiones".

La iniciativa ha tenido rápida respuesta a las redes sociales, donde se ha hecho todo tipo de bromas sobre el paso de los cruceros por Madrid.