El president, Carles Puigdemont, se ha presentado en Bruselas con un mensaje directo y claro. Catalunya quiere celebrar un referéndum y lo celebrará, en España lo que está en juego es la democracia, y Europa tiene un problema y no puede dar la espalda. Con Puigdemont, el vicepresident, Oriol Junqueras, y el conseller de Exteriors, Raül Romeva, han expuesto las líneas clave de las reivindicaciones catalanas en la sala mayor del Parlamento –aparte del hemiciclo- llena hasta los topes de eurodiputados, periodistas, miembros del Parlamento y público.

Puigdemont ha reiterado de nuevo su compromiso con el referéndum, pero esta vez desde la eurocámara: "Tengan por seguro que este año 2017 Catalunya decidirá libremente su futuro mediante un referéndum legítimo, legal, con todas las garantías democráticas, eficaces y vinculantes".

Con estas palabras ha cerrado la intervención donde previamente ha advertido que "lo que está en juego no es la independencia sino la democracia". El president ha alertado que los ataques contra la separación de poderes y la judicialización que ha emprendido el Estado enviando al expresident Artur Mas y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, entre otros, a los tribunales demuestra que la "noción de democracia" del Estado español dista mucho de la que es homologable en las mejores democracias del mundo.

"Europa no podrá mirar hacia otro lado. Europa tiene que ser parte de la solución", ha advertido el president, que había abierto su discurso felicitando al nuevo presidente del Parlamento, Antonio Tajani, y recordándole el compromiso con el catalán en la Cámara.

Dos plantas más abajo, a la misma hora, se celebraba la recepción del presidente del Parlamento, del PPE, con los embajadores acreditados en Bruselas. La resonancia provocada por los intentos del portavoz del PP en la eurocámara, Esteban González Pons, de boicotear el acto acabaron levantando más interés.

Puigdemont, que ha sido recibido con aplausos, ha dado un repaso del recorrido político que, a partir de la aprobación del Estatut y el recorte en 2010 del Tribunal Constitucional, ha llevado hasta esta situación. "Aquella sentencia supuso sin ningún tipo de duda para muchos catalanes una ruptura de las razones que habían explicado las justificaciones de la unión con España", ha remachado.

Después de recordar el apoyo de los partidos catalanes para garantizar la gobernabilidad española desde la Transición, ha reprochado que la respuesta del Estado fue un trato hacia Catalunya "decepcionante e hiriente". Ha recordado las movilizaciones independentistas multitudinarias desde 2012 y el apoyo conseguido por los partidos independentistas en las elecciones del 27-S.

A partir de aquí ha explicado, en francés, la hoja de ruta, las estructuras de Estado, la transitoriedad jurídica, y el apoyo con que cuenta la convocatoria del referéndum entre la opinión pública catalana, así como las gestiones hechas desde Catalunya para intentar convocar un referéndum acordado con el Estado. "Sólo puede tener miedo de votar quien tenga miedo de conocer el resultado y no esté dispuesto a aceptarlo", ha advertido.

"Defendemos que este referéndum sea pactado con el Gobierno español", ha asegurado, garantizando que este compromiso será así "hasta el último día". "Estamos dispuestos a hablar de todo: de la pregunta, la fecha, los requisitos de participación...", ha insistido antes de dejar claro que el referéndum se celebrará igualmente y serán los ciudadanos quienes harán que sea válido.

Finalmente, en inglés ha recordado el compromiso "profundamente europeísta" de Catalunya y la propuesta de referéndum.

Previamente ha sido el vicepresident, Oriol Junqueras, a quien ha señalado, en inglés, las fortalezas económicas de Catalunya en ámbitos como las exportaciones, la industria y el turismo, pero también los obstáculos que ha provocado el Estado español por el déficit fiscal al que tiene que hacer frente el Govern así como los retrasos en inversiones como el corredor Mediterráneo.

Asimismo, se ha mostrado preocupado por el futuro de las pensiones después de que el ejecutivo español lo ha utilizado para pagar gastos corrientes, así como por la deuda de España. Ha denunciado, en castellano, la "ineficiencia económica" del Estado defendiendo proyectos condenados al fracaso como el Castor, y los niveles de "injusticia social" que comportan decisiones como el reparto de los topes del déficit. "Nuestro objetivo es muy simple, más democracia, la posibilidad de que los ciudadanos puedan decidir con su voto su futuro, somos tan responsables que nos gustaría asumir toda la responsabilidad, como cualquier otro Estado", ha reclamado.

Junqueras ha reclamado una Europa más democrática, más fuerte y más unida. "Lo que nosotros queremos es votar y decidir con nuestros votos cuál es nuestro futuro", ha remachado.

El primero en hablar ha sido el conseller Raül Romeva. El conseller ha advertido que "Europa se la juega también en Catalunya" puesto que tendrá que decidir y "sería impensable que no escogiera la democracia".

Entre los asistentes, aparte de los eurodiputados que han impulsado el acto -los republicanos Josep Maria Terricabras y Jordi Solé, y Ramon Tremosa del PDeCAT- estaban el ecosocialista Ernest Urtasun i el democristiano Francesc Gambús, la belga Helga Stevens, vicepresidenta del grupo conservador y reformista, Alyn Smith, del SNP, y el presidente del Parlamento flamenco, Ian Peumans, entre otros, así como catalanes residentes en Bruselas.