La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha marcado un plazo de 48 horas para salir finalmente de dudas sobre la participación del Ayuntamiento de Barcelona en el referéndum del 1 de octubre. Colau ha anunciado a través de Twitter que este jueves ha trasladado un requerimiento al secretario para que compruebe la disponibilidad del "dispositivo electoral habitual" y ha prometido responder antes del sábado al mediodía.

En un segundo mensaje, Colau se muestra dispuesta a mantener la "plena disposición" para que los ciudadanos puedan participar en "toda movilización democrática". Sin embargo, también adelanta que no piensa poner en riesgo la institución ni a los funcionarios.

Pocos minutos después de la publicación de estos mensajes, el hilo se ha llenado de respuestas de usuarios reclamando a la alcaldesa que "no tenga miedo", que deje votar y que "esté en el lugar que le corresponde por su cargo", entre otros.

Este paso llega después de que el president, Carles Puigdemont, y el vicepresident, Oriol Junqueras, hayan comunicado a los alcaldes catalanes que, a raíz de la convocatoria del referéndum, tendrán que poner a disposición de la administración electoral del Govern los locales de su titularidad que habitualmente se utilizan como centros de votación.