Más de cuarenta años después de su muerte, el dictador Francisco Franco todavía cuenta con adeptos en el estado español. Uno de los ejemplos es el restaurante El Cangrejo, situado en la avenida Deporte de La Solana, un municipio de unos 15.000 habitantes de la provincia de Ciudad Real.

Cualquiera que lo quiera puede comprobar la devoción de los responsables del restaurante por Franco sólo descolgar el teléfono. La sorprendente respuesta siempre es la misma: "Arriba España, dígame"!. Pero la ideología no se queda aquí. Las paredes del establecimiento están llenas de referencias al dictador, e incluso los menús especiales de Navidad llevan por nombre "Don José Antonio Primo de Rivera" y "Don Francisco a Franco" -este último, eso sí, 5 euros más caro.

Preguntado por El Nacional, el responsable del establecimiento ha asegurado que una dictadura "sería mejor de lo que tenemos ahora", y dice que el independentismo "se resolvería con un par de días". "Quizás no hace falta una dictadura, pero España sólo hay una, grande y libre", ha añadido.