"Me arrepiento de que se esté utilizando indebidamente el 155". Así ha respondido el alcalde de Lleida, Àngel Ros, al preguntarle si se arrepiente de que su partido haya dado apoyo a la aplicación de este artículo.

En declaraciones en Catalunya Ràdio, Ros ha remarcado que el 155 "no está pensado para entrar en pleitos entre administraciones", sino que tiene como objetivo "restablecer la legalidad constitucional y estatutaria", donde también ha admitido que este hecho puede tener "repercusiones" para los socialistas. De todos modos, ha asegurado que todavía mantiene un "hilo de esperanza" que las obras no acaben siendo trasladadas.

Las declaraciones del alcalde de Lleida contrastan con las del primer secretario del PSC y candidato a las elecciones del 21-D, Miquel Iceta, que ha desvinculado el 155 de este asunto. Iceta ha asegurado este lunes que la ejecución del traslado no se tendría que haber producido cuando quedan pendientes de resolución los cuatro recursos presentados contra esta decisión, pero ha aseverado que la decisión "no tiene que ver con el 155" ya que proviene de la justicia y ha añadido que si se leen los decretos aprobados por el gobierno español sobre el 155 "la palabra Sixena, arte o Lleida no aparecen".

En cambio, Ros ha argumentado que, al margen de que el 155 no puede servir para intervenir en pleitos entre administraciones, no se puede ejecutar una sentencia cuando no es firme y puede ser recurrible hasta el Tribunal Supremo. A su parecer, estos dos errores jurídicos tendrían que paralizar el traslado, y ha dicho que todavía mantiene una pequeña esperanza al respecto. Además, ha apuntado que con las cartas que ha enviado al gobierno español sobre esta cuestión podría hacer un libro y ha lamentado el uso que se está haciendo del 155. Ahora bien, ha negado que los socialistas sean socios del PP. "Lo que sí que queríamos es restablecer la normalidad democrática en el país", ha añadido.

Al preguntarle si esta situación tendrá repercusiones para el PSC, ha opinado que "es posible que tenga alguna". En todo caso, ha indicado que sentimentalmente "ha hecho daño" y a él el primero. Ros ha explicado también que no lo han dejado entrar en el museo porque no es personal técnico, pero que está en contacto con el director.