El presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, ha apostado -como ya hicieron ERC, la CUP y Òmnium- por aprobar la ley de transitoriedad antes de la celebración del referéndum del próximo 1 de octubre.

Sánchez ha insistido en declaraciones a la Cadena Ser que hubiese sido "deseable" un referéndum pactado con el Estado, pero también insiste en que la Ley de Transitoriedad debe estar "preparada y aprobada" antes del 1-O para que, en caso de que salga una mayoría de votos a favor de la independencia, se pueda "culminar" el procés.

Respecto a la posición del PDeCAT, que prefiere aprobar esta ley tras el 1-O, Sánchez sostiene que sobre ella hay "mucha literatura y mucho ruido mediático" y que existe "un acuerdo básico" en torno a la Ley de Transitoriedad y será posible "en cualquier caso" tramitarla.

Sin participación mínima

Asimismo, el presidente de la ANC ha señalado que en toda la historia del Estado no ha existido un referéndum en el que se haya exigido una participación mínima, por lo que ha rechazado que ahora se pida esto. "No vamos a aceptar lecciones democráticas de quienes no quieren que los ciudadanos nos expresemos en las urnas", ha declarado.

En este sentido, Sánchez ha garantizado que en Catalunya hay entre 1.900.000 y 2.000.000 votos independentistas, que según él representan un 60 por ciento de los catalanes. "Lo que no se puede impedir es que quien tiene una opción legítima de mantener a Catalunya dentro de España se esconda detrás de la abstención", ha afirmado respecto a los grupos de la oposición en Catalunya, que están llamando a no participar en el referéndum del 1-O por considerarlo ilegal.

Por último, Sánchez ha asegurado que la Generalitat no ha intentado buscar "apoyos explícitos" en el panorama internacional, sino "dar explicaciones de lo que ocurre en Catalunya".