El ambiente no está para coñas. La prensa española más huraña y la más progre han caído en la trampa de Albert Pla, su ironía ácida, tomando en serio una carta en castellano enviada por el cantautor de Sabadell a RAC1. Pla hace el papel de un catalán progre, equidistante entre el unionismo duro y el independentismo, y llega a decir: "Pido ayuda a todos los catalanes y españoles sensatos. Solo pido que en Cataluña se me defienda como ciudadano".

La carta de Pla es del día 21, pero este lunes la agencia de noticias Europa Press ha publicado un despacho sobre la cosa, creyendo que iba en serio, y se ha armado un lío, pues muchos diarios han creído que Pla se había convertido al españolismo y le han dado gran vuelo, singularmente El Español, el digital de Pedro J. Ramírez, y su filial catalana, Crónica Global.

En las redes, muchos se lo han tragado, tuiteando a favor de Pla, mientras otros se partían de risa.

En la carta, Pla dice cosas como estas:

  • "Aún me reconozco, no hace tanto tiempo, un joven lleno de sueños paseando por las Ramblas con amigos míos de Madrid hablando en castellano sin que nadie te insultara por la calle. Recuerdo que entonces esa Barcelona era la Barcelona más bonita del mundo. La Barcelona de Juan Marsé, Gil de Biedma, Vargas Llosa y de tantos otros catalanes".
  • "Aún recuerdo cuando mi madre me cantaba El noi de la mare y después me ponía Fina estampa, de Dolores Pradera".
  • "También recuerdo a mi padre escuchando ese maravilloso disco de Serrat cantando a Machado y luego tatareando L’home dibuixat, de Sisa".
  • "Tengo envidia de mi infancia. De aquel otro día que con mi familia tuvimos que salir con prisa de Esparreguera después de ver La Passió porque no llegábamos a tiempo de ver a Bertín Osborne en el Palau de la Música".
  • "No confío mucho en Rajoy aunque reconozco que ha sorteado la crisis económica con notable habilidad (...) Creo que la situación actual reclama que otros políticos más sensatos como Pedro Sánchez deben liderar ahora serenamente y sin prisas, sobre todo sin prisas, una respuesta dialogada".
  • "Y nada, si alguien no está de acuerdo conmigo, ningún problema, yo llamo a la Guardia Civil o al juez".

A pesar de la ironía obvia, muchos han picado y se lo han tomado en serio:

Pronto se ha desatado un torrente de tuits de apoyo a Albert Pla y sus dificultades para ser español y catalán en Catalunya, quizá creyendo que se producía un nuevo Caso Boadella:

Etcétera. La lista de los que se felicitan por la conversión de Albert Pla sería larga. Enseguida han han aprecido quienes habían advertido el troleo, algunos con más ganas de jolgorio que otros; unos más documentados que otros y algunos, pillados en falso, haciéndose el sueco: