Ha habido muestras de que la cortesía y los rasgos de discreción han dominado hoy muchos ámbitos de la vida social, incluido en la bolsa. El Ibex y el Eurostoxx se mostraron remisos a mostrar un optimismo que incluso Wall Street reprimía. Las vísperas de Navidad son muy especiales, aun cuando la banca se calme.

De hecho, la banca debería haber continuado dominando la sesión ya que los casos de Deutsche Bank, Crédit Suisse, ambos con multas en Estados Unidos, o Monte dei Paschi, se resolvían. Pero no fue así. En el Ibex, la banca se movió tentando la banda baja de las revalorizaciones.

Fueron, más bien, otros valores como Telefónica o Grifols los que salvaron la jornada. El resto de la sesión fue guiada por los movimientos en los mercados de bonos, donde el rendimiento del bono español a 10 años cayó al 1,38%, que da más margen a la deuda.

El petróleo Texas retrocedía un 1,04% hasta 52,40 dólares, mostrando la ambigua relación entra la recuperación esperada de la producción general y sus fases, recelo que se extendió al sector de los metales, castigando a ArcelorMittal.

El Dow Jones abrió a la baja y a media sesión se ha ido parcialmente estabilizado, pero la sensación compartida es que en un mercado que ha tenido que afrontar tremendas sorpresas y elevados riesgos políticos y geoestratégicos, un cierre de ejercicio resulta una operación de rango menor, ordinaria. Así que a disfrutar la Navidad.