Pep Florolos es un aventurero. Después de años recorriendo los rincones más escondidos de la Amazonia, las selvas más desconocidas de África y los desiertos más inhóspitos de Australia, un día cogió Rodalies y le cambió la vida.

Desde entonces, se le puede ver de tren en tren con su equipo de supervivencia. Sus líneas preferidas son la R15 y la R16, que unen Riba-roja d'Ebre y Ulldecona-Alcanar-la Sénia-Tortosa con la estación de França de Barcelona, respectivamente.

Pep Florolos nos atiende en uno de sus viajes en el convoy que él llama de los 20 minutos eternos y lo primero que nos dice es que está muy contento. Esta es la supuesta conversación que mantenemos con él:

· Antes de contarnos por qué estás tan contento, ¿nos puedes explicar eso de los 20 minutos eternos?

· ¡¡¡Y tanto!!! Mira, los trenes de esta línea siempre llevaban 20 minutos de retraso. ¡SIEMPRE! Y decidieron solucionar la situación añadiendo minutos al trayecto. En aquel momento el viaje duraba, oficialmente, entre dos horas y veinte y dos horas y media. Cambiando los horarios, hicieron salir los trenes entre 10 y 15 minutos antes, pero manteniendo la hora de llegada. Si el viaje duraba más, desaparecían los 20 minutos de retraso y, por lo tanto, el tiempo que da derecho a una devolución del billete.

· Y cuando pasó eso, tú sufriste, ¿verdad?

· Mucho. Creía que era el fin de mi vida aventurera, efectivamente. Por suerte, a pesar del alargamiento, se mantienen los retrasos de 20 minutos.

· ¿Crees que podríamos llegar al viaje infinito?

· Es mi gran sueño, sí. Se trataría de que fueran alargando la duración oficial del viaje para evitar reconocer retrasos y que, a la vez, se siguieran añadiendo más retrasos. Ellos siempre irían alargando el viaje para compensar los retrasos, hasta que llegara un momento en que el viaje fuera infinito porque por mucho que alargues la duración, siempre habrá un retraso de 20 minutos.

· En cuanto a tu gran felicidad, ¿qué nos puedes decir?

· He pasado momentos muy difíciles. Ha habido días en que pensaba que era mi fin, pero Gómez-Pomar me ha dado la mejor noticia posible. Le estoy muy agradecido.

· ¿Te refieres a las declaraciones de Julio Gómez-Pomar, secretario de Estado de Infraestructuras?

· Una gran persona. Yo tenía miedo de que traspasaran la gestión de Rodalies y que eso acabara con mi aventura permanente. Ahora ya tengo claro que no. Y soy feliz.

· ¿Qué destacarías de lo que dijo?

· Hombre, hay una frase que ya me la he tatuado en las nalgas. Es aquella en la que, para argumentar que nada de traspasar la red, excreta: "Tiene mucho sentido mantener la infraestructura en unas solas manos. El control es más eficiente si existe un único administrador".

· Perdone, ¿esa protuberancia que se le intuye?

· Es que me he excitado. Uno no es de piedra y unas declaraciones como estas... Lo tiene que entender...

· Me hago cargo.

· Fíjese, hay trenes de Renfe que van a Toulouse, Marsella, Lyon, París, Lisboa, Oporto... Y, ¿cuántos operadores hay? Hay autopistas y carreteras que cruzan fronteras, naturalmente, todas ellas administradas por un solo operador. ¡O a veces ninguno! Y, ¿qué me dice de los aviones? Miles de aviones vuelan cada día de un país a otro, pasando por muchos otros países, y la infraestructura está en unas solas manos y en unos solos pies. Toda ella. ¡¡¡Como tiene que ser!!! Porque, efectivamente, el control es más eficiente si existe un único administrador. 

· Ya, para acabar, ¿querría añadir algo más?

· Sí, que la prueba de que el control es más eficiente si existe un único administrador la encontramos, precisamente, en estas dos líneas donde vivo yo. Es muy difícil encontrar más eficiencia en toda la galaxia de planetas descubiertos y por descubrir. Y se lo digo yo, que he estado en lugares que ustedes los humanos no se creerían... Por eso todo tiene que continuar así, no sucediera que las cosas se empezaran a hacer bien.

Bajamos del tren en medio de la nada, aprovechando uno de los habituales paros debidos a algún problema en la catenaria, en las vías, en el propio tren, en la red, en los semáforos o en el centro de control, y dejamos a Pep disfrutando tan eficiente fruto de la existencia de un único administrador.