El Ibex ha mantenido esta tarde la cabeza baja con la que ha abierto la sesión en un entorno europeo que mantiene la misma tónica de circunspección. Los traders y los movimientos intradía han dominado unos parquets abandonados por el gran dinero.

En Wall Street, el Dow Jones se inauguró con una subida marginal del 0,06% mientras los inversores han comentado sus inquietudes sobre la política fiscal que adoptará Trump ya que puede tener una gran influencia sobre el mercado de renta variable. La caída de las solicitudes de desempleo, propias de una situación de pleno empleo, han pasado desapercibidas.

En la zona euro, el crédito a las empresas creció un 2,2% en noviembre, llegando a sus máximos niveles desde 2009, lo que ha hecho subir al euro hasta 1,0480 dólares.

Sin embargo, en las bolsas las apuestas se han dirigido a tomar beneficios de aquellas empresas que brillaron en la víspera, como las mineras o ArcelorMittal. También Gamesa sufrió una corrección significativa.

Los inversores en oro han tomado nota de la dispersión reinante en las bolsas y han hecho subir la cotización del metal amarillo cerca de un 1%, hasta 1.145,90 dólares la onza. El resto lo serán mañana las uvas previas del fin de año.