Hola, me llamo Pep Florolos y soy unionista. Aunque el nombre no me gusta. El de unionista, no el Pep Florolos. Prefiero que me llamen "constitucionalista" porque eso quiere decir que los que pensamos de una cierta manera, y nos hemos apropiado de la Constitución, no dejamos que sea "constitucionalista" nadie que entienda la Constitución diferente a cómo la entendemos nosotros. Ah, y naturalmente, eso no es excluir a nadie, por supuesto. Los excluyentes siempre son los otros.

Total, que aprovecho esta tribuna para denunciar la traición de Puidemong. Él prometió que proclamaría la independencia y no la ha proclamado. Pero, pero, pero... ¡¡¡Esto qué es!!! ¡Si aquí se dice independencia, pues independencia! ¡Pero, qué falta de respecto a todo el mundo que esperaba que hiciera lo que dijo que haría! ¿Eso es tener palabra?

Y ahora usted me preguntará: "¿oiga, si usted es unionista-constitucionalista-nonacionalistaespanyolyvivaspaña, de qué se queja? ¿Si está diciendo que no hay independencia, no estamos en la situación que usted quería? Debería estar encantado de la vida". Y ahora yo le respondo: es inadmisible no cumplir las promesas. Y se lo amplío.

Yo es que soy un unionista-constitucionalista-nonacionalistaespanyolyvivaspaña independentista, según como. Y Puidemong es un cobarde que ha traicionado a todo el mundo que apostó por la independencia, que había hecho horas de cola para poder votar y que recibió golpes de la policía (unos golpes y una violencia, por cierto, que me parecen totalmente justificados y todavía hubo pocos). Puidemong se debía a la gente y ha dado un paso atrás. Tendría que haber proclamado la independencia, aunque yo estoy totalmente en contra de la independencia y pienso que tendrían que detenerlo por haber proclamado una independencia que yo digo que proclamó para poder criticar por haberla proclamado y que digo que no proclamó realmente para poder criticarlo por cobarde y traidor.

Sucede una cosa igual con la votación. No la reconozco como válida, pero a la vez argumento que no es posible que el 38% de votos favorables a la independencia quieran imponerse a la mayoría de catalanes. ¿Y de dónde saco este 38%? De un resultado que yo digo que no tiene ningún valor porque estuvo lleno de irregularidades, pero que le doy valor de cifra real y lo traslado al total de un censo universal aplicable en una votación normal, pero que yo aplico en una votación donde la policía y la Guardia Civil se llevaron una cifra indeterminada de urnas. Es decir, niego que la votación fuera legal pero uso un resultado que califico de ilegal para afirmar que una mayoría del 62% de los catalanes no votaron que sí y, por lo tanto, los indepes no pueden proclamar nada porque son una minoría. Una minoría a la que le doy carta de naturaleza a pesar de negar que haya existido el mecanismo por el cual hemos llegado esta cifra.

Y, para acabar, sucede una cosa igual con la aplicación del 155. Yo, catalán unionista-constitucionalista-nonacionalistaespanyolyvivaspaña defiendo la aplicación del 155... que también me aplicarán a mí. Sí, porque el 155 no pregunta a los catalanes uno por uno qué piensan. Hago un "A por ellos y duro", y resulta que "ellos" también soy yo. Fantástico. El siguiente paso es presentarme en la puerta del Piolín of the Sea y empezar a gritar: ¿Por favor, podrían pegarme un poquito, como si quisiera votar? Como para acabar de rematar mi inmensa congruencia".