Jordi Évole ha conseguido este noche del domingo entrevistar a José Manuel Villarejo, el famoso comisario que aparece en todo lo que tiene relación con la operación Catalunya.

El inicio ha estado impactanteo con unas imágenes de un programa de TV del 2 de julio de 1981 donde este señor asistía a una actuación de Grace Jones al lado de Marisa Naranjo, Carmen Maura y el personaje de Doña Croqueta, que era un actor que hacía de señora mayor. Villarejo aparece en el vídeo con un micrófono de solapa, por lo cual se deduce que fue entrevistado. Y me he quedado con la duda de los motivos. Y me he quedado con las ganas de saber qué dijo. Por lo tanto pido a Jordi Évole que nos pase las imágenes del resto de programa.

A continuación hemos visto un Villarejo ya hoy paseando por una especie de sala de interrogatorio, como haciendo tiempo, mientras sonaba la Cavalleria rusticana de Mascagni. La sala será el plató donde después veremos la conversación. Tonos grises. Una mesa del mismo color con dos vasos de agua y cara a cara Villarejo y Évole. Évole llevaba varias carpetas de las cuales ha ido sacando los temas.

Y nos ha aparecido el personaje. Con una gorra azul, pero no de estas de visera, sino como de abuelo que juega a la petanca después de pasear el perro. Llevaba unas gafas que escondían, pero no le tapaban, los ojos y lucía una barba blanca muy rebajada por la zona de las mejillas.

Si intentaba esconder su identidad, yo creo que no lo ha conseguido porque es fácil identificarlo.

Enseguida hemos entrado en materia cuando ha acusado a Soraya Sáenz de Santamaría de dar las órdenes pertinentes al director de la policía y al CNI para organizar la operación Catalunya. Cuando Évole le ha preguntado si él ha participado, Villarejo ha hecho ocho segundos de pausa, que en TV es una eternidad, ha bebido agua, ha pasado la lengua repetidamente por los labios a mucha velocidad y ha justificado la pausa diciendo: "No es un silencio para tener tiempo a ver cómo lo contesto". Y entonces ha respondido diciendo que vino a Catalunya a ver qué pasaba con las actividades de Jordi Pujol Ferrusola. ¿Quién lo envió? El director de la policía, Ignacio Cosidó, y Eugenio Pino, su segundo. ¿Jorge Fernández Díaz lo sabía?. "Imagino que sí".

Y aquí ha sido cuando la entrevista ha tomado una dimensión inesperada porque los dos protagonistas han quedado en un segundo plano y los espectadores nos hemos quedado situados visualmente en una sala anexa manteniendo el contacto visual de la charla a través de un cristal, pero fuera de ella. Y en esta sala exterior al lugar donde pasaba la acción, los periodistas Álvaro de Cózar y Antonio Rubio han comentado las declaraciones que había hecho Villarejo hasta aquel momento.

Al cabo de un rato hemos vuelto a Villarejo, que se ha quedado sin saber qué contestar cuando Évole le ha preguntado si se presentó ante Victoria Álvarez (examante de Jordi Pujol Ferrusola y quien abre el camino al caso Pujol) con una identidad falsa de periodista de El Mundo y si es cierto que esta identidad falsa fue confirmada por dos periodistas de este diario a una Álvarez que no se fiaba del todo de él. Los dos periodistas son Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta, autores de la publicación de varias informaciones falsas sobre Xavier Trias, Artur Mas y la familia Pujol.

Seguidamente Évole le ha pasado a Villarejo una grabación de una conversación suya con Javier de la Rosa donde este le decía que Artur Mas no tenía nada que ver con el caso Palau. Y mientras lo oímos, vemos en un plano medio las reacciones de un Artur Mas que también las está oyendo sentado en un espacio que quiere parecer otra sala del mismo decorado.

Mas ha aprovechado para acusar "al PP" y "al ministerio del Interior" de estar detrás de las acusaciones de corrupto recibidas durante la última campaña electoral. De Soraya y Rajoy ha dicho que no le sorprendería que conocieran la operación. También ha negado ninguna relación con un Javier de la Rosa a quien ha acusado haber cobrado dinero de los fondos reservados para inventarse la denuncia contra él. Cuando volvemos a Villarejo, él dice que "probablemente" alguien pagó a de la Rosa por este trabajo, pero que no fue él porque "no es su función".

Y llegamos a la conversación Fernández Díaz-Daniel de Alfonso grabada en el despacho del exministro. Villarejo dice que él no la grabó y que quizás fue grabada por Cosidó. Una vez grabada, Cosidó se la pasó a Marcelino Martín de Blas (por cierto, actualmente íntimo enemigo de Villarejo) y este se la pasó a su enlace en el CNI. Una vez allí, el director del CNI, Félix Sanz Roldán, en venganza por una discusión con Fernández Díaz sobre los límites de su poder, la filtró a los medios.

Aquí han entrado en unas presuntas amenazas de muerte de Félix Sanz Roldán a Corinna, la amante del rey Juan Carlos, a quien habría hechado del país sin que el rey supiera nada. De paso ha explicado, como si no pasara nada, que el CNI grabó y filtró los famosos vídeos del rey con Bárbara Rey.

Después de explicar que ahora conduce poco para evitar tener un accidente provocado, hemos vuelto a los dos periodistas que estaban siguiendo la entrevista. Antonio Rubio ha hablado del informe "Veritas". Cuando Baltasar Garzón reabrió el caso GAL, Juan Alberto Belloch (entonces ministro de Justicia e Interior) encargó a Villarejo hacer un informe donde se acusaba al entonces juez de participar en orgías y de esnifar coca. Cuando Évole le ha preguntado a Villarejo por la autoría, él ha dicho que no fue él "exactamente" sino que "por orden de Margarita Robles (entonces secretaria de Estado y actualmente portavoz del PSOE en el Congreso)", verificó una serie de informaciones y comprobó que no eran ciertas. "El informe fue publicado igualmente, pero no fui yo".

Y en aquel momento ha aparecido Garzón, también en una especie de sala anexa, diciendo que quisieron acabar con él por lo que estaba investigando y explica todo lo que le hicieron, incluido el envenenamiento de su perro. Garzón, curiosamente, ha defendido Villarejo, con quien dice tener "una buena relación", que es "un buen policía" que si hizo lo que hizo es porque se lo "han permitido o se lo han pedido" y que "es un actor más" de una película donde los culpables son los que la diseñan.

Finalmente, nos ha sido explicada la trama que ha convertido Villarejo en hipermillonario. Él montaba empresas tapadera a través de las cuales investigaba para el Estado, pero paralelamente las usaba para cobrar a gente muy rica los servicios que les prestaba a cambio de "solucionar" sus problemas en los juzgados y sus problemas en general.

El resumen del programa es que Villarejo ha decidido defenderse atacando, que se ha presentado como una víctima que ha cumplido órdenes y que ha mentido, pero no sabemos exactamente en qué. Su gestualidad, sobre todo porque cuando miente mueve la boca como si comiese un caramelo, nos puede dar pistas.

Pero la gran conclusión de lo que hemos visto hoy es que hace 35 años que en España existe una red ilegal paralela al Estado que ha escuchado y grabado desde el rey para abajo. Y que esta misma red ha inventado lo que ha hecho falta para destruir gente que molestaba. Y que ha estallado una guerra interna que ha sacado el tapón que ha hecho saltar toda esta mierda a la opinión pública. Y que uno de los detonantes ha sido el procés.

Lamentablemente me temo que después eso de hoy pasará nada. Porque cosas más graves que las que ha dicho Villarejo ya han sido contadas, incluso en sede parlamentaria. Tres días de ruidito y el miércoles estaremos por otras cosas. Ya se preocupará alguien de tenernos entretenidos.