Definición de subrogación: "poner en el lugar de otros". Y de aquí vienen los conceptos de gestación subrogada, gestación por sustitución, subrogación uterina o subrogación gestacional. Pero también lo lleman vientre de alquiler, a pesar de que se considera que esta definición es demasiado crítica con el acto consistente en que una mujer acuerda con una pareja o una persona individual que le sea transferido un embrión para gestarlo hasta parirlo y que el bebé resultante sea cedido por la madre a los "arrendatarios", pasando a ser considerado hijo suyo.

Yo soy de los que lo llamo vientre de alquiler porque, efectivamente, soy crítico. Reconozco que tenía dudas porque mis conocimientos en biomedicina, bioética y biodetodo son ínfimos y muchos expertos en estos temas lo defienden. Pero, ¿sabe qué me ha acabado de convencer? El lema de una de las agencias que organiza el operativo (buscar el país –en España ahora mismo no es posible-, la gestante, el apoyo legal...). Y el lema es: "La maternidad a tu alcance, ¡Formar una familia ahora es para todos!"

¿Y, por qué me ha convencido? Bien, es que quizás no todo es para todos, incluido eso de poder formar "una familia", tal como la entienden algunos. Lo queremos todo y creemos que tenemos derecho a todo, pero tenerlo todo es imposible y, por lo tanto, no tenemos derecho a todo. Bien, y en el caso que nos ocupa, y teniendo en cuenta los precios de la cosa, ser pobre es la primera restricción a este "todo".

Y después está la parte humana de quien pone el cuerpo. A pesar de no ser mujer y que seguro que tengo una visión de hombre que invalida mi opinión en algunos aspectos, he intentado ponerme en el sitio de una madre de alquiler. Y he pensado cómo me sentiría el día en que unas personas a quienes no conozco de nada, y a cambio de una transferencia a una cuenta, se llevaran la vida resultante de mis nueve meses de gestación.

"Formar una familia ahora es para todos", dice el anuncio. Quizás sí, pero quién se cree con derecho a todo, ¿ha pensado en la gestante? ¿O sus sentimientos y su identidad como madre se acaban a partir de un cierto precio?

Y ya no entro en la parte de negocio y, por lo tanto, de presión de las empresas a mujeres desesperadas que, como si fuera un cuento de ciencia ficción, pasan a formar parte de una raza dedicada a engendrar a los hijos de quien pueda pagarlos.

Si de lo que se trata es de poder formar una familia, ¿por qué no adoptar? En el mundo hay millones de niños sin familia o con una familia que serían mejor no tenerla. ¿Por qué no puedes querer, educar y transmitir tu herencia vital a un niño sin futuro y a quien tú puedes ayudar a tener uno? ¿O es que de lo que se trata es de tener un juguete nuevo y genéticamente a la carta? ¿O el problema es que según cómo sean los niños no nos hacen conjunto con el color de los muebles del comedor?

Buscando pros y contras a los vientres de alquiler he ido a parar a José Pérez Bernal, director general de trasplantes del colegio oficial de médicos de Sevilla, y a un tuit suyo:

Me sabe mal discrepar con alguien que se dedica a los trasplantes, un trabajo que ayuda tanto a mejorar la vida de la gente y que es fruto de una gran generosidad y humanidad, pero no entiendo eso de que "es su única solución". Y ahora no mezclemos dar un riñón en vida con que una persona geste un ser vivo, porque no tiene nada que ver. E, insisto, puestos a querer ser madres, ¿qué tal adoptar? Es que no entiendo que, si no pueden ser madres biológicas, para sentirse madres, la solución pase por que lo sea otra mujer haciendo de ellas.

El martes pasado, Albert Rivera presentó en el Congreso de los Diputados una ley para regular los vientres de alquiler en España y que se haga de una manera altruista. A raíz de eso habló del tema en un acto, preguntándose: "¿Quiénes somos nosotros para decir a los otros que no pueden ser padres?" Mi respuesta es otra pregunta: ¿Quiénes somos nosotros para impedir a niños que no tienen padres, por los motivos que sea, a criarse sin tener la oportunidad de tenerlos? Y todo porque quien podría convertirse en sus padres, quiere hacer parir un niño "nuevo" a una desconocida a quien nadie le ha preguntado por sus sentimientos.