¿Qué, no entiende nada, verdad? Pues bienvenido/bienvenida al club. ¿Y qué, no sabe dónde estamos ahora mismo, verdad? Pues, como desde la pregunta anterior, usted ya es del club y de pleno derecho, no hacen falta más bienvenidas.

Las cosas pasan a una velocidad cósmica y los estados de ánimo cambian en dos días. Haga memoria e intente recordar cómo lo veía usted todo el jueves a las 11 de la mañana. Y compárelo con cómo lo ve ahora. Hemos pasado del fin del mundo a la calma/bajada del suflé. Del "quemémoslo todo" (metafóricamente hablando) a la descompresión.

El jueves, sin que en ningún momento él lo dijera públicamente, convinimos que el president Puigdemont convocaba elecciones. Y unos cuantos se le tiraron al cuello. Quizás eso influyó en el cambio de esta decisión, tomada según varias fuentes como consecuencia de las graves amenazas del Estado. No hacia él, sino en general. Y no seré yo quien las haga públicas porque yo no estaba presente cuando fueron hechas.

Parece bastante definitiva la versión según la cual el cambio de planes lo causó la falta de garantías de cumplimiento por parte del Estado de lo que se había pactado aquella misma mañana. Y que, lo comido por lo servido, o 155 por 155, mejor que te lo apliquen porque has proclamado la República y no unas elecciones que entonces sonaban a renuncia.

Total, que el viernes llegó, y con la boca pequeña, una República que nadie se cree y convencidos de que hoy nos empezarían a caer las hostias como panes de 5 kilos. Y hemos pasado el fin de semana como si nada hubiera pasado y donde la gran noticia ha sido que el Girona ganó al Real Madrid. A veces nos conformamos con muy poco. 

Y ha llegado esta mañana del lunes. Y los consellers han dejado los despachos sin problema. Y la presidenta del Parlament ha acatado la disolución de la Cámara. Y los partidos indepes han dicho que irán a las elecciones del 21, cosa que ya dijo ayer la CUP en voz de Benet Salellas. Y las masas no están en la calle defendiendo nada. Y ha aparecido el fiscal general, el señor Maza, para anunciar las famosas querellas contra un montón de gente. Y ha usado un tono bajo. Ojo, para lo que nos tiene acostumbrados. Y nos ha dicho que "a partir de ahora" la Fiscalía actuará con independencia. Y quizás eso ha sido un lapsus o quizás nos ha querido decir que a partir de ahora dejarán de hacer política. Ni idea. En todo caso, que un fiscal general tenga que decir que trabaja con independencia el mismo día que presenta una lista de querellas contra un gobierno destituido aplicando un artículo de la Constitución que no dice nada de todo eso y que muchos juristas dicen que se ha hecho de forma anticonstitucional... a ver, muy normal no es.

Que sí, que el redactado es duro. Y que todavía pueden caer hostias como panes de 5 kilos, pero insisto, el perfil de todo es bajo. Y hay mucha calma.

Y esta mañana del lunes ya había quien clamaba: ¿dónde está el president? ¿Por qué se esconde? Y ha resultado que estaba en Bruselas. ¿Para hacer qué, exactamente? Mañana lo sabremos. Parece. Y digo que lo parece porque aquí todo cambia cada minuto. Una Bruselas que es el corazón político de una Europa que ya le ha dicho a Rajoy que nada de violencia. Por boca de Donald Tusk, presidente del Consejo, y dos veces: en la entrega del Premio Princesa de Asturias de la Concordia y en un tuit publicado el viernes instantes después de ser proclamada la República. Con un susurro. La proclamación, no el tuit de Tusk.

Y una Bruselas que, todo parece apuntar, es quien le ha dicho a Rajoy que nada de un 155 de 18 meses. Ni de 18, ni de 12 ni de 6. Que elecciones lo más pronto posible. Y por eso vamos a un jueves de 3 días antes de Navidad. ¿Y, por qué Europa ha dicho esto? ¿Están de nuestra parte? No. Temen por los efectos económicos que ya se empiezan a notar. Aquí, en España y, de rebote, en Europa. Hay que solucionar el problema antes de que aún vaya a más. Se ha acabado Don Tancredo Rajoy. Y el primer paso es contarnos. A partir de aquí, sabiendo las fuerzas de cada uno, ya se buscará un camino para gestionar la situación.

La campaña de los partidos unionistas empezó ayer. Por eso Iceta fue a la mani. Juntos por el No. Y de aquí este perfil bajo del Estado con el 155. Por la difícil aplicación, sí, pero sobre todo para no movilizar excesivamente a los indepes. No fuera que obtuvieran el 60% de los votos y que el No se viera forzado a aceptar un escenario desfavorable.

Por lo tanto, hoy, ahora mismo, en este momento, lo que se plantea el 21 de diciembre es un referéndum convocado por Rajoy. Un referéndum para forzar o no la convocatoria del de verdad, del acordado, y con el visto bueno europeo. El referéndum con el cual están de acuerdo el 57,4% de los españoles, según una encuesta de El Mundo publicada hoy. Y si Junts pel Sí sabe leer la situación reeditará el pacto. A pesar del estropicio interno de la semana pasada. E incluirá el máximo de "sociedad civil" posible. Y tendría que tratar de añadir a Albano Dante Fachin (los Comunes ya es más complicado porque juegan otro partido). Tendría que ser un Junts pel Sí para aplicar el Derecho a Decidir. Un sí al referéndum, independientemente de lo que se vote después.

¿Complicado, verdad? Es lógico que no sepamos dónde estamos ni entendamos nada. Pero, volvamos al jueves pasado. ¿Recuerda cómo lo veía usted entonces y cómo lo ve hoy? Pues piense en cómo lo puede ver mañana. Y ya no le explico dentro de un mes. Eso sí, sería de agradecer que alguien nos explicara hacia dónde vamos y que lo hiciera con claridad. Y hablándonos como adultos (y adultas) que somos. Ha llegado el momento de acabar con esto de tener que interpretar las cosas mirándonos los posos del café.