(Aviso: la siguiente película de ciencia-ficción y aventuras hay que leerla mientras escucha la banda sonora que le adjunto aquí debajo. Muchas gracias)

Hace muchas y muchas semanas...

Nos encuentramos en un periodo de Operación Diálogo. La mano tendida unionista, atacando desde una base oculta situada en un despacho de la Delegación del Gobierno, ha conseguido su primera victoria contra el malvado imperio indepe.

Durante la batalla, los espías rebeldes indepes han conseguido hacerse con los planos secretos del arma total y definitiva de la Operación Diálogo: la Estrella de la Muerte del Procés, una hábil estrategia destinada a hacer creer a todo el mundo que realmente se quiere negociar cuando lo que se ofrece negociar es todo menos lo que realmente es el objetivo clave de la negociación.

(Llegados a este punto, si me hace el favor, cambie a esta otra banda sonora)

Efectivamente, el Estado prepara una oferta para Catalunya que Catalunya no podrá rechazar. Está basada en los famosos 46 puntos que ofreció negociar el president Puigdemont, pero sin incluir el punto clave de los 46 puntos ofrecidos por el president Puigdemont, pero sí los otros 46 puntos que, sin ser el punto clave, recogen el espíritu de la negociación sin límites pero con el límite del punto que bajo ningún concepto se quiere negociar. O sea, la oferta de negociación está totalmente abierta, pero sólo sobre los puntos que el Gobierno central está dispuesto a negociar, cosa que, en sí misma, es una gran oferta de negociación consistente en ofrecer negociar sólo sobre lo que tú quieres negociar y nunca negociar sobre lo que quiere negociar el otro. Como para resumir: yo le ofrezco hablar de todo lo que yo quiero hablar y de los temas de los cuales quiere hablar usted, no hablamos. Y atención, la noticia es que yo estoy dispuesto a negociar.

Por otra parte, estos 46 puntos ya se han negociado secretamente, a pesar de que desde el momento en que se dice que una cosa se negocia secretamente, y por el solo hecho de comunicarlo, deja de ser secreta porque es evidente que cuando una cosa es expresada públicamente deja de ser secreta. Por lo tanto, quien anuncia una negociación o una reunión secreta, desmiente su propia afirmación en el momento exacto de hacerla, porque en el mismo instante en que la hace pública, deja de ser secreta. Sería como si un muerto se levantara en plena ceremonia de su entierro para decir que está muerto. No, eso es imposible. Si estás muerto no puedes estar vivo. Y viceversa. Y si tú anuncias que estás muerto, es que no lo estás. De la misma manera que si tú anuncias negociaciones secretas, ya son públicas.

Y la negociación es tan abierta y tan negociadora toda ella que, si no se aceptan las condiciones que ofrece el negociador, el negociador amenaza con suspender la autonomía del negociado. Porque en una negociación bilateral en que una de las partes le dice a la otra lo que hay que negociar, evidentemente hay una que pasa a ser el negociador y la otra pasa a ser el negociado, el que recibe la negociación.

Por lo tanto, atención a la Operación Diálogo 2, que es como la 1, pero más dialogante todavía. Como las galletas Principe, unas galletas de chocolate que según dice la publicidad ahora tienen más sabor a chocolate. Sí, porque se ve que antes, a pesar de ser unas galletas de chocolate, tenían poco sabor a chocolate.