Eres pequeño, inocente, y tienes aquella ilusión. Y llega el día de Reyes. Qué nervios. Sabes que pasará una cosa, pero no sabes exactamente cuándo ni cómo. Pues bien, esta mañana en el Parlament ha sucedido una cosa parecida. Ha sido durante la segunda parte de la obra titulada "Pido un cambio en el orden del día. Pues yo pido una reconsideración". Y a quien esperábamos no era precisamente a los Reyes (de Oriente).

Desde ayer a la una y media de la madrugada sabíamos que en un momento u otro del pleno de esta mañana, Marta Rovira diría las palabras mágicas y empezaría un proceso calcado al de ayer. El bla, bla, bla de que si yo pido un cambio en el orden del día del pleno, que si yo pido una reconsideración, que si la Mesa tiene que estudiar la reconsideración, que si ahora paramos el pleno, que si ahora se reúne la Junta de Portavoces, que si después se reúne la Mesa, que si admitimos el punto 81.3 del reglamento, que si damos tiempo para presentar enmiendas, que si las enmiendas son a la totalidad, que si pido por escrito el mecanismo de presentación de estas enmiendas, que si presento una petición de dictamen del Consejo de Garantías Estatutarias...

Y así iba pasando la mañana. Y los Reyes no llegaban. Hasta que en las 14.05, al lado de nuestros zapatitos ha aparecido el esperado presente. Por fin Marta Rovira ha pedido un cambio en el orden del día para admitir, enmendar, votar y aprobar la Ley de la Transitoriedad, que es la ley que se aplicará al día siguiente del referéndum en caso de que salga el sí. Si sale el no, esta ley será tan válida como en su día lo fue la renovación de Neymar. Y, ha sido justamente entonces cuando, tal como pasó ayer, Carlos Carrizosa (Ciudadanos) ha pedido reconsideración y ha empezado a girar la rueda sin final.

Como hoy este proceso no ha empezado al inicio del pleno de la mañana sino al final, una vez solicitado el cambio, hemos podido comer sabiendo: 1/ que el día volvería a acabar tarde y 2/ que reviviríamos exactamente la misma secuencia que ayer. Vaya, como pasa con los Reyes, que cuando llegan acaban repitiendo cada año el mismo ritual.

Y a partir de aquí:

15.15 Reunión de la Junta de Portavoces y primera reunión de la Mesa y la Junta de Portavoces para estudiar el primero bla, bla, bla.

17.34 Final de la primera reunión de la Mesa y la Junta y continúa el pleno. Ha durado hasta que Alejandro Fernández (PP) ha solicitado el segundo bla, bla, bla. Esta vez la sesión ha durado 55 segundos. Y hay que decir que se ha notado un cierto buen humor y relajamiento entre el portavoz popular y la presidenta Forcadell. Por lo tanto, suspensión y segunda reunión de Junta y Mesa.

18.37 Suenan los timbres, eso quiere decir que se reanuda la sesión. Pide la palabra Carlos Carrizosa y solicita otro bla, bla, bla. La nueva sesión ha durado un minuto y nueve segundos. Suspensión y tercera reunión de la Junta y la Mesa.

19.30 Volvemos. Carlos Carrizosa pide la palabra y pide un bla, bla, bla. También interviene a Alejandro Fernández, que nos suelta la bonita frase: "Si hace falta estaremos defendiendo la libertad hasta que se congele el infierno". Marta Rovira nos avisa: "usaré argumentos técnicos". Un pasmo recorre la sala. Pero al final tampoco ha sido tan grave. Ferran Pedret (PSC) expone su bla, bla, bla, pero sosegadamente, cosa que es de agradecer.

Y entonces ha llegado Joan Coscubiela (CSQP). Ha ido muy fuerte. Ha cargado contra el president Puigdemont, ha hablado de sus padres, de su hijo, de la libertad, de la lucha... y ha conseguido que lo aplaudieran (¡DE PIE!) los diputados (y diputadas) de Ciudadanos, del PSC, del PP y de su grupo... menos Albano-Dante Fachin, quien ha tuiteado esto:

Por cierto, Joan Josep Nuet ha tuiteado eso otro:

Ha seguido Alejandro Fernández, que ha citado a Maira Gómez Kemp y aquel mítico "hasta aquí puedo leer". Recordando las inhabilitaciones habidas hasta ahora y dirigiéndose a la bancada de Junts pel Sí, les ha dicho: "Lo que pase a partir de ahora será su decisión".

Benet Salellas (CUP) se ha quejado del Consell de Garanties Estatutàries que "La única vez que ha actuado de oficio ha sido para defender la unidad de España".

A las 20.32 se ha acabado el turno de intervenciones, después de 52 minutos de sesión, y hemos parado para hacer un nuevo bla, bla, bla.

Esta vez el paro ha estado sorprendiendo breve. Sólo 20 minutos. Y así a las 20.52 hemos vuelto a la cosa. Alejandro Fernández ha pedido una reunión de la Mesa para que reordenara el debate. Y después de que Santi Rodríguez (PP) y Ferran Pedret hicieran sus correspondientes bla, bla, bla, se ha votado la alteración del orden del día que había sido solicitado 7 horas antes. 71 diputados han votado a favor, 60 en contra y dos diputados se han abstenido.

Rodríguez ha vuelto a pedir la palabra para más bla, bla, bla y cuando lo ha hecho Xavier García Albiol, se ha girado a su derecha y, mirando a Benet Salellas, le ha dicho: "a mí no me des lecciones". ¿Qué ha pasado antes? No lo sé.

Se ha votado la exención del trámite, pero la mayoría de diputados de la oposición no lo han hecho. ¿Por qué? Algunos a propósito (los he escuchado diciendo "no votemos, no votemos"). Otros han argumentado que, con el revuelo, no han tenido tiempo de hacerlo. La presidenta ha expresado un "Ahhh, haber pedido muet·te" y que nada de repetirla. Ha sido cuando Miquel Iceta ha pedido la palabra a gritos. Pero con muchos gritos. La presidenta ha optado por dar por acabada la votación y seguir con el pleno. Concretamente con el orden del día que tendría que haberse seguido si la situación no fuera la que es. El de las dos de la tarde.

Total, que a las 9 de la noche, el minuto y el resultado era que se abría un plazo de dos horas para presentar enmiendas a la ley. Aquello que le llaman conciliación de la vida familiar y laboral. Total.

 

A las 23.10 se ha reanudado el debate con Xavier Garcia Albiol defendiendo la postura del PP, que se puede resumir diciendo que está muy favor de la unidad de España. Mucho. Diecisiete minutos más tarde, Jordi Orobitg de Junts pel Sí ha defendido la figura de Carme Forcadell, ha hablado de aquellos que soñaban ser presidentes del politburó y han acabado aplaudidos x la derecha más reaccionaria (refiriéndose a Coscubiela) y finalmente ha defendido la ley. Como no podría ser de otra manera. Y a las 23:41, Benet Salellas ha argumentado por qué defienden y por que es necesaria la independencia.

A las 23:56 Inés Arrimadas ha dicho que la mayoría indepe ha aconseguido unir toda la oposición y ha insistido varias veces en dos ideas: "muchos de Junts pel Sí no se creen este engaño" y "no es lo mismo L'Hospitalet que Ripoll ". A continuación, a las 00.15 Iceta ha destrozado la ley y cuando ha agotado el tiempo en más de dos minutos se ha quejado a la presidenta que últimamente le da poco tiempo de palabra a su grupo y que no se les ha permitido persentar enmiendas a la ley.

A les doce y media ha subido a la tribuna Joan Coscubiela. Albano Dante Fachín no estaba en su escaño. La crítica del portavoz de CSQP se ha basado en una entrevista donde le planteaban a Gabriel Rufián un par de temas de transitoriedad y éste respondía "no lo sé" .A partir de ahí ha ido denunciando chapuzas de la ley y las iba terminando con un "no lo sé, Rufián".

Una vez terminados unos monólogos más que previsibles, la una menos cuarto de la madrugada ha quedado aprobada la Ley de Transitoriedad. Sin la presencia de Ciudadanos, el PSC y el PP, que hoy también han abandonado el hemiciclo. Esta vez sin dejar ninguna bandera en los escaños. Claro el otra día las dejaron y Àngels Martínez se las regaló a Eulàlia Reguant.