Hace dos días que Jordi Cruz es el gran tema de debate. Sobre todo en las redes, donde la discusión es de todo menos pausada y donde el insulto fácil siempre está de oferta.

No conozco de nada a Jordi Cruz y ni tan sólo sé dónde tiene el restaurante, pero como todo el mundo le mete caña, aunque sea por llevar la contraria, me pondré de su parte en una cosa que le he oído decir y que es el origen del carajal: "aprender con según quién es un privilegio". Pues mire sí.

Pero antes, dos previas. En primer lugar, que alguien publique que te has comprado un palacete, que es uno de los temas que más se está aprovechando para tirarle mierda a Cruz, no quiere decir que sea verdad. Ni en su caso ni en el de Iñaki Urdangarin, por decir un nombre. El cuñado del Rey será lo que será y no soy precisamente muy partidario suyo, pero su famosa casa de Pedralbes no era un palacete. Que a alguien le conviniera adjetivarla así para hacer al personaje todavía más condenable, es otra cuestión. Pero de palacete de Urdangarin, nada de nada. Y en el caso del "palacete" de Cruz, estamos allí mismo.

Vamos al origen del titular que ayer alguien colgó en Twitter y que centenares de personas han retuiteado sin leer la información que lo acompañaba. La noticia es del pasado 17 de abril y fue publicada por Informalia, el apartado que podríamos calificar "de otras noticias" de Eleconomista.es. Y este es el texto:

Aquí sabemos que el famoso "palacete" es "antiguo" y construido en los años 40. Interesante concepto el que tienen algunos de lo que es ser "antiguo". También sabemos que Cruz "visitó las obras" del palacete, una cosa a destacar teniendo en cuenta que en la información se nos dice que está en la misma calle que su actual negocio. Imagino que fue con un jet privado, ¿no? Y, SOBRE TODO, sabemos que el "palacete" es una compra relacionada con su restaurante. O sea, la noticia podría haberse titulado "Jordi Cruz y su novia se compran un palacete por tres millones de euros", como fue el caso, o "Jordi Cruz invierte tres millones para ampliar su negocio", que es lo que explican en la información. Uno u otro depende de la intención que busques con el titular.

Pero, ya que estamos, vamos al último párrafo de la pieza:

¿Qué quiere decir eso del juego? ¿Cruz juega? ¿A qué? ¿Por qué es "afortunado" en el juego? ¿Juega a palacetes? ¿La credibilidad de esto del juego mide la del resto de la noticia?

Y segunda previa, con la noticia de El Confidencial que provoca las declaraciones de Cruz citadas al inicio de esta pieza. Le paso el enlace porque es muy recomendable leer de dónde viene todo y leerlo de arriba abajo. Destaco, sobre todo, lo que dice un antiguo aprendiz de cocinero en restaurantes de nivel máximo: "Muchos no aguantan más de una semana (...) tienes que ser muy fuerte para aguantar". Pues mire, sí, claro. Sí, sí. El oficio de cocinero es uno de los más cabrones y sacrificados que existe. Y tienes que ser muy fuerte, pero mucho, para ser un buen cocinero. Por eso hay tan pocos. Como pilotos de fórmula 1 o astronautas.

Hay trabajos donde aparte de ser muy bueno y dedicar media vida tienes que saber soportar grandes presiones. Y la de cocinero con estrella Michelin es una de ellas. Por eso, muchos renuncian a tenerlas. Y por eso ha habido cocineros de alto nivel que se han suicidado. Quejarse de eso es como si alguien que trabaja en urgencias se queja de que la gente le llega muy estropeada. Pues mire sí, llegan fatal, sí. Y no todo el mundo puede trabajar en urgencias porque tienes que ser de una pasta especial y soportar una presión tan bestia como la de intentar salvar un montón de vidas cada día. Y seguramente en urgencias "muchos no aguantan más de una semana y tienes que ser muy fuerte para aguantar".

¿Estoy defendido la precariedad y trabajar sin cobrar? No. Estoy defendiendo intentar acercarse al máximo a la realidad y reducir al máximo posible la difusión de inexactitudes y una mezcla interesada que sólo provoca confusión y proselitismo barato aprovechando un primero de mayo, no lo olvidemos. Por lo tanto, no mezclemos una casa, que no un palacete, con becarios, estudiantes en prácticas, aprendices o "stagiers".

Y digo eso porque, como el 100% de los que opinan, desconozco qué convenios tiene firmados o no el señor Cruz para tener gente aprendiendo en su cocina, pero conozco a unos cuantos cocineros y sé las inspecciones que pasan. De sanidad, de trabajo, de riesgos laborales... Y si Jordi Cruz ha cometido alguna irregularidad o ilegalidad laboral, no dudo de que los profesionales competentes las habrán depurado. Y si no lo han hecho, yo seré el primero al reclamárselo. Dicho de otra manera, si realmente es un explotador, a por él. Si en su cocina hay gente que tendría que estar cobrando y no cobra, a denunciarlo y que pringue.

Y ahora vamos a lo que Cruz dijo y que tenía relación con la pieza de El Confidencial ya aportada. Y lo que expresó es que conseguir aprender con los mejores cocineros es un privilegio. Y lo es. Como aprender el oficio de carpintero con los mejores carpinteros, el de médico con los mejores especialistas, o el de periodista con los mejores profesionales (y lo digo yo que he tenido la oportunidad de aprender de Enric Frigola, Xavier Foz, Josep Cuní, Toni Clapés, JL Martín o Joaquim Maria Puyal). Otra cosa son los sacrificios personales y económicos que tienes que hacer para tener acceso a según quién y a según qué niveles profesionales.

Y si tú quieres ser un gran cocinero y puedes aprender al lado de los hermanos Roca, eres un privilegiado. Y seguramente tendrás que hacer muchos sacrificios, pero serás un privilegiado porque tendrás una oportunidad que muy poca gente puede tener. Y eso es lo que dijo Jordi Cruz. A partir de ahí le ha salido un palacete que no lo era y un montón de detractores y de insultadores profesionales que lo han acusado de tener esclavos y que cuando acaben con él irán a por otro con quien poder, en la mayoría de los casos, desahogar su propia frustración.