Ferran Adrià, los hermanos Roca, Carme Ruscalleda, Nandu Jubany, Paco Pérez, Fermí Puig, Carles Gaig, Jean Luc Figueres, Santi Santamaria, Pere Bahí, Joan Manubens... y muchos otros como Manel Marqués. Ellos lo cambiaron todo, y gracias a su trabajo de años y al actual, la cocina catalana está donde está. Pero les faltó una cosa en la cual ahora mismo sobresalimos y que ninguno de ellos supo ver: la grabación a la carta.

Cierto que, a veces, los precios de algunos restaurantes catalanes no casan con la calidad que ofrecen. Cierto que a veces, justo cuando te acaban de pasar la tarjeta por la máquina, piensas: "¿Qué hago? Le digo a este sujeto que me he dado cuenta de que me acaba de estafar o simplemente no vuelvo nunca más y aviso a todo el mundo de que eso es una mieeerda pinchada en un palo"?. Cierto, sí, eso pasa, pero ganan los lugares que trabajan con honestidad.

Pero es que, además, a esta calidad ahora hay que añadir un nicho donde somos pioneros en el mundo: el menú grabación o grabación a la carta. Este es un servicio que combina disfrutar de una buena comida con la posibilidad de escuchar posteriormente en un medio de comunicación la conversación que has tenido, ya sea vía jarrón, ya sea vía móvil encima de la mesa vecina y a saco.

Y ahora usted me dirá: "¿Y, de qué me sirve a mí escuchar lo que he dicho yo mismo (o yo misma) en una comida o en una cena?". No le ha pasado nunca que te viene alguien y te dice: "como tú dijiste muy bien dicho aquel día...". Y tú le dices: "eso lo he dicho yo"?. Y resulta que sí. Pues bien, poder tener colgada la grabación de tu conversación en un medio de comunicación te permite repasarla y, no sólo recordar tus argumentos, sino darte cuenta de si el tono fue el adecuado, de si sonabas convincente, de si fuiste al grano, de si te expresaste adecuadamente... Y también sirve para saber si el interlocutor (o interlocutora, o interlocutores, o interlocutoras) estaban por ti o no.

Si, porque este es el otro gran problema de las conversaciones, que estás tan pendiente de colocar tu mensaje, que no tienes tiempo de captar todas las reacciones de quien te escucha (o lo hace ver). Aparte de que la mayoría de conversaciones, sobre todo las de las parejas que hace años que están juntas, son monólogos donde los dos han ido a hablar de su libro y ni escuchan la otra parte. Y a veces puede ser interesante hacerlo, porque vaya usted a saber si por allí en medio te han dicho que se quieren separar...

En cambio ahora, eso ya no será nunca más un problema. Gracias al servicio de grabación de conversación de comida (modalidad jarrón o modalidad móvil encima de la mesa) tendremos a nuestra disposición una herramienta de recuerdo y análisis. Ah, y lo mejor de todo es que estamos hablando de una prestación totalmente gratuita por quien es grabado y que va a cargo de quién lo graba.

Y a partir de aquí, se abre un nuevo campo en el reconocimiento internacional de nuestros establecimientos. Paralelamente a aquello del mejor restaurante del mundo o las Estrellas Michelín (o nuestras Miguelín) tendríamos las Estrellas AKG, Neumann o Sennheiser, como para citar tres reconocidas marcas de micrófonos que podrían dar nombre a los galardones, o a la lista de los mejores restaurantes para ser grabado (o grabada). Ya fuera por la acústica o por la calidad del sonido.

¡¡¡Catalunya siempre innovando y siempre abanderada!!!