Hace ya dos días que Pep Guardiola leyó el comunicado de las Fonts de Montjuïc donde, entre otras cosas, dijo que España es un estado autoritario. Y la respuesta; por tierra, mar e insulto; sigue siendo "y Qatar más" y el mítico "tú has cobrado de la selección española".

O sea, no ha existido el estímulo de argumentar, de demostrar, de razonar, de debatir. De intentar convencer a quien piense lo contrario. No, pa qué. Descalificar al mensajero y no el mensaje. Siempre. Pero eso no fue, ni ha sido, lo peor.

La respuesta llegó de parte del vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado: "Como futbolista, Guardiola tendría que saber que los fueras de juego suponen estar fuera de la ley". Y, a continuación, y sin ser consciente, Casado demostró que la denuncia tenía muchas probabilidades de ser cierta al añadir: "... y el árbitro, que es el gobierno y que es la justicia, pitará esta jugada ilegal".

Yo pensaba que Casado no formaba parte del Gobierno y lo intenté confirmar. Efectivamente, ni es ministro, ni vicepresidente... ni presidente. Y también tenía entendido que Casado ni era juez ni formaba parte de ningún estamento judicial. Y lo consulté. Y tampoco. Por lo tanto, Pablo Casado, que no forma parte del Gobierno ni de la judicatura, se permite decir lo que hará el Gobierno y la judicatura cuando pase una cosa que todavía no ha pasado. Y afirma que el Gobierno es el árbitro de la ley. ¿Ah si? ¡Pam! Disparo a la cabeza y muerte fulminante de la separación de poderes a cargo del ciudadano llamado Pablo Casado.

Pero, es que la hiperventilación antiguardiolista ha tenido la mala suerte de que dos días después de todo, el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo ha hecho pública una sentencia donde le dice al Estado español que no respetó los derechos constitucionales de los acusados. ¿Cómo? Vulnerando el artículo 6 de la Declaración de los Derechos Humanos, según el cual "todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica". Y además no se aplicó la conocida como Doctrina Botín, según la cual si sólo hay una acusación particular (en este caso el grupo de delincuencia organizada -presuntamente- llamado Manos Limpias), no hay juicio oral.

Sí, sí, en Qatar mucho más y Guardiola cobró dietas de la selección de fútbol y mató a la perrita Laika y a los marqueses de Urquijo, ¿pero España respeta o no los derechos humanos? ¿Parece que no mucho, verdad? Y no lo dice un golpista independentista sino el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo. ¿También ellos están en fuera de juego? ¿Estrasburgo también es Qatar? ¿Los juristas de Estrasburgo cobran dietas de la selección española de fútbol?

Y, ¿cómo se llaman los estados que no respetan los derechos humanos y el derecho a la defensa? ¿Simpáticos? ¿Graciosos? ¿Avispados? ¿Listillos?

¿Y, cómo se llama un Gobierno y un entramado politico-judicial que se apropia de una cierta lectura de la Constitución, la convierte en inviolable y después la viola conscientemente? ¿Campechano?