Hoy el Delegado del Gobierno, Enric Millo, ha ido al programa de Mònica Terribas (Catalunya Ràdio). Y, de entre otras cuestiones, ha hablado del acto de ayer en Bruselas. Ya sabe, aquel encuentro que tenían que hacer en un bar, aquella conferencia que no interesaba a nadie y que hoy a primera hora ya ha sido descalificada con insultos por el radiokalismo más extremo. Es lo que no acabo de entender: dedicar minutos a una cosa que tú mismo dices que es irrelevante y, por lo tanto, conviertes en relevante. Pero, volvamos a Enric Millo.

¿Sabe qué ha dicho?: "Puigdemont podría comprar ambulancias pediátricas en vez de gastar dinero público en mítines en Bruselas". (Aclaración, eso de la ambulancia pediátrica va de la muerte de una niña de 8 años en el hospital comarcal de Blanes. Ahora se investiga si pudo influir o no en el desenlace que la ambulancia pedriátrica que tenía que trasladarla al Josep Trueta de Girona tardó demasiado en llegar desde su base situada en BCN).

Problema: Millo no ha especificado cuántas ambulancias se pueden comprar con el precio de los mítines en Bruselas. Y yo tampoco puedo ofrecerle el dato porque he buscado en Wallapop "ambulancias pediátricas" y en este instante no hay ninguna oferta, con lo que no sé cómo está el mercado. Imagino que la causa de este desabastecimiento es que las ha comprado todas la Delegación del Gobierno. En todo caso, como ésta es una columna de servicio público, hago mi (humilde) propuesta de cara a abaratar al máximo los próximos mítines en Bruselas. Los de Puigdemont y los de los otros presidentes autonómicos, como por ejemplo el del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano Garcia-Page. Tal como informa La Razón en portada, este señor hoy visita la sede europea para iniciar «una estrategia en defensa del sector cuchillero albaceteño y de la artesanía regional».

Se han acabado, pues, los vuelos low cost. Mucho mejor el autostop. Nuestro presidente se situaría en la salida Girona Nord del AP7 y allí haría dedito hasta Bruselas (el de Castilla-La Mancha haría lo mismo a la salida de Toledo. Una vez en el sitio, nada de hoteles: cajeros automáticos. Son acogedores, tienen papelera, y permiten conocer gente (la que va a sacar dinero). Con respecto al tema comida, lo solucionaríamos yendo a varios supermercados a pillar las promociones de alimentos que hacen. Que si en un lugar una tostadita, que si en otro un trocito de frankfurt, que si en el de más allá un quadradito de queso. Y así hasta llegar a las calorías necesarias.

Con eso y la eliminación del Parlamento Europeo, un gasto terrible; no ya en mítines (por cierto, si no hay Parlamento ya no se harían y todavía ahorraríamos más), sino en viajes, sueldos y mantenimiento; sería posible comprar una ambulancia pediátrica para cada ciudadano de la UE. Y si no llega, se eliminan todas las Delegaciones del Gobierno existentes y los edificios que okupan actualmente se dedican a aparcamiento de ambulancias pediátricas. Y, una vez guardaditos allí, y para que los vehículos no cojan frío, podrían ser tapados con varias unidades de la famosa "alfombra de nudo manual" encargada para el "comedor de gala" de la residencia del embajador español en el Vaticano y adjudicada por 40.072 euros (sin impuestos).

Y como el valor incalculable de esta sensacional alfombra obligaría a poner personal de vigilancia y no sería posible pagarles una nómina, se les remuneraría el trabajo con el visionado y audición del material por el cual el Estado pagó 160 mil euros a una conocida vedette de apellido artístico igual que el cargo del coprotagonista de la cosa. Porque todo el mundo sabe, y el señor Millo el primero, que a la hora de hacer gastos, las prioridades son las prioridades:

1/ pago a vedettes.

2/ alfombras de nudo manual.

3/ pagar el sueldo a quien hace demagogia con la muerte de una niña de 8 años.

4/ ambulancias pediátricas.