Patxi López pasó una tarde en Catalunya. Una. Y ahora va por el mundo diciendo: "He asistido, con mucha preocupación, a la fractura en dos que hay en la sociedad" y "he visto el espacio público secuestrado por un independentismo que trata de imponer, mediante desafíos permanentes, una visión uniforme de la sociedad catalana y, además, hacerlo dinamitando el propio sistema democrático". Que Dios, Alá, Yahvé, Buda, Brahma, Visnú, Krishna, Jah y el Monstruo de Espagueti Volador le conserven la vista.

Pero, aprovechemos su sensacional facilidad para captar realidades y radiografiar una sociedad a la hora de la siesta de un día cualquiera para analizar lo que dice.

"Catalunya está fracturada". Esta afirmación siempre (siempre) llega del lado unionista. Por lo tanto, ya que hablan de fractura... veamos qué dicen y por qué.

Mientras el independentismo era residual, no pasó nada. Pero un día, por una serie de hechos que ahora no vienen al caso repetir porque hace 4 años que le damos vueltas a la misma noria, una parte muy importante de la clase media catalana, se hartó y dio el paso. Y no, no fue una locura de cuatro corruptos para taparse, no. Como argumento para despertar a una residencia de ancianos después del café con gotas de después de comer puede ser eficiente, pero lo que fue es que después de años de buscar el famoso encaje, la sentencia del Estatut y todo lo que implicó hizo darse cuenta a muchos catalanes de que la vía federalista, o tercera vía, o como le quieran decir, no es posible. Pero no es posible porque allí ni la quieren ni la permitirán. Y el tiempo les ha dado la razón. Madrit (concepto) no acepta nada más que el no.

Y, sí, es muy sencillo vender que todo se soluciona con unas inversiones, el Corredor Mediterráneo y una mejor financiación, pero reconocer que con eso ya no es posible convencer ni a una parte de los del 'no', ya es un poco más complicado. Sobre todo cuando tu análisis se basa en una tarde de actos organizados entre una parte de los tuyos.

Por lo tanto, situémonos ya en el momento en que una parte muy importante de la sociedad, que podríamos decir que sería la mitad de la cosa, se ha hecho indepe. Es justo en este momento cuando el unionismo dice que la sociedad está dividida, como diciendo que la culpa es del otro: "vosotros habéis dividido a la sociedad, mira que sois malas personas". Pero resulta que para que una sociedad se divida (si fuera el caso) tiene que haber dos: los unos y los otros (Dividir: separar en partes o grupos o establecer separaciones de un todo). Y, por lo tanto, de esta presunta división, como mínimo, serían culpables los dos y no sólo uno. Pues bien, si usted está preocupado por eso, es muy fácil: dé la razón a los otros. Porque, claro, decir que una sociedad está fracturada y proponer como solución que sea la otra mitad la que ceda es una trampa muy grande. Demasiado.

Y le diré más, afirmar que una sociedad está fracturada y ofrecerle como solución a la otra parte una cosa que la otra parte ya ha dicho que no es la solución, no sé yo si tiene mucho sentido. Como para resolverlo, ¿sabe? Y sobre el resto del argumentario, oiga, decir que el espacio público está secuestrado por el independentismo, entiendo que es fruto de haber estado una tarde en Catalunya. Porque si hubiera estado también una mañana sabría que, con tres días de diferencia, la semana pasada hubo en BCN dos manifestaciones unionistas. A la una fueron 14 personas (14). Contadas una a una, cosa que ciertamente no era muy complicada. A la otra fueron unas 200. Y, ¿sabe el señor Patxi López por qué pasan estas cosas? Pues siento decirle que no es porque "el espacio público está secuestrado por el independentismo" sino porque la inmensa mayoría de las personas que quieren votar para poder introducir la papeleta del 'no' y de las que están por el 'no', pero no quieren ni que haya ninguna consulta, no se sienten representadas por esta gente que convoca estas manifestaciones.

Una de las causas por las que es muy difícil ir por el mundo diciendo que eres unionista en Catalunya es porque quienes se han otorgado el carnet de defensores de esta idea son una gente muy extraña. Cuando quien el 12-O sale a "defender España" son Plataforma per Catalunya, Vicky Álvarez y grupos de sospechosa financiación con argumentos todavía más sospechosos, ¿quien quiere que ocupe el espacio público?

Pero claro el señor López en una tarde no ha tenido el tiempo suficiente como para saber todo esto ni de darse cuenta de que para hablar de fractura lo mejor que podría hacer es mirar a su propio partido. O mejor todavía, preguntarle a Pedro Sánchez.