"El próximo año no seré presidente de la Generalitat". Palabras textuales del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Si cogemos este titular, sin el resto de la argumentación que lo acompaña, podemos abrir un abanico de especulaciones muy interesantes de cara a llenar espacio y minutos informativos en días de escasez informativa.

Y una de las interpretaciones posibles es que lo que dijo el Presidente es que no se presentará como candidato de su partido a las próximas elecciones. A partir de aquí podemos hablar de debate sucesorio e, incluso, decir nombres de personas que se postulan como candidato (o candidata) del Pedecat en estas hipotéticas elecciones sin fecha y, lo que es más importante, sin causa (todavía) y sin objetivo (dependerá de la causa).

Pero antes de abrir la caja de la especulación, qué tal si repasamos entera la reflexión que hizo Carles Puigdemont a Ràdio Barcelona: "El próximo año no seré presidente de la Generalitat", afirmó, efectivamente, Puigdemont. Antoni Bassas, presente en la conversación, entonces le preguntó: "¿Por qué no lo será?". A partir de aquí, la reflexión-argumentación es: "El calendario que nos hemos marcado es una legislatura de 18 meses. Los 18 meses se acaban en verano, con dos meses de margen por motivos técnicos, y nos hemos comprometido a convocar elecciones constituyentes, como máximo, seis meses después de la convocatoria del referéndum, y yo ya he anunciado muchas veces que mi trabajo se acaba con este propósito y yo no tengo ninguna vocación de seguir siendo candidato".

Entonces interviene nuevamente Antoni Bassas: "A no ser que lo que pase en septiembre no sea un referéndum y sean unas elecciones...". Y Puigdemont le responde: "En todo caso el escenario y el encargo que a mí se me hace y el compromiso que yo tengo ante el Parlament de Catalunya y de la gente son culminar este periodo que va de la postautonomía a la preindependencia. Este es mi encargo y se acaba aquí. Y tiene que ser así porque lo que venga después, y yo quiero que venga un estado nuevo. Si la voluntad del pueblo de Catalunya no es hacer eso, lo que venga después, en todo caso es una etapa nueva que pide herramientas y liderazgos nuevos y por lo tanto no es mi vocación tampoco".

Traducido: "Yo tengo el encargo de hacer un referéndum y las posteriores elecciones. Y solo contemplo este escenario, durante el que cumplo mi compromiso y me marcho. Y no hago hipótesis sobre escenarios no planteados".

Por eso, cuando Antoni Bassas le dice qué pasaría si lo que hay en septiembre son unas elecciones, él insiste en que no puede suponer otras situaciones. Fíjese en que el inicio de la respuesta es: "En todo caso el escenario y el encargo que a mí se me hace...". No habla en condicional, no habla de posibilidades, de si pasa eso o si pasa aquello. Todo el rato se mantiene en lo que ahora decimos "la pantalla actual". Y ahora usted me dirá: "Sí, pero añade «este es mi encargo y se acaba aquí», eso quiere decir que se va". Bien, no será por falta de ganas, pero fíjese que dice "mi encargo se acaba aquí". No dice nada de la posibilidad de tener un nuevo encargo y qué pasaría si se planteara.

Por lo tanto, ¿estoy diciendo que Carles Puigdemont será candidato? No. Lo que digo es que no ha dicho que no lo será, que es muy diferente. ¿Por qué no lo ha dicho y por qué es diferente, dos cosas que en su argumentación van unidas? Porque está convencido de que habrá referéndum, por lo tanto, ahora mismo no se plantea una situación diferente de la derivada del encargo recibido.

¿A partir de aquí, qué pasará? Imposible saberlo. Los próximos meses pueden pasar infinidad de cosas que, a la vez, pueden provocar infinidad de cosas más. O no. En todo caso nadie lo sabe.

En nuestro país toda la vida habíamos tenido legislaturas de cuatro años, o como poco de tres. Y durante este tiempo todo tenía un ritmo, un mecanismo previsible. Desde que entramos en la era de eso que llamamos el Proceso, todo va muy rápido, todo pasa de un día para otro. Las etapas se queman como un bosque mediterráneo en agosto. Y de aquí a julio, vaya usted a saber dónde estaremos. Quizás ha habido un referéndum y Carles Puigdemont está en su casa. O quizás no hay referéndum y sí unas elecciones "normales", o "refrendarias", o "constituyentes" o vaya usted a saber qué nombre nos habremos inventado. ¿O quizás continúa la legislatura, por qué no?...

Cuando pase una cosa, la que sea, será cuando sepamos si se trata del actual encargo o de uno nuevo. Y si es esta segunda posibilidad, sabremos si el actual Presidente la acepta o no. Eso si no sucede que su partido olvide que Puigdemont es ahora mismo su gran activo y decida coger solo el titular que encabeza esta pieza, olvidarse de la argumentación e ir directamente a escoger a un candidato (o candidata). Que también puede pasar.