Es una de las imágenes del día. Una pareja heterosexual haciendo el uso matrimonial en un banco público de una calle de la Barceloneta. De día y utilizando una postura que demuestra que ninguno de los dos tenía problemas de lumbalgia, ni de ciática, ni en el piramidal, ni en el psoas. De hecho, no me extrañaría de que les ficharan para hacer un número de contorsionismo en el Circ du Soleil. Y de regalo y coincidiendo con el vídeo, la aparición de la fotografía de un señor paseando en cueros vivos por otra calle del mismo barrio barcelonés. Cosas del calor.

Y venga, ya volvemos a tener aquel debate veraniego que compite con el de los mosquitos tigre, las medusas, la sequía/cambio climático, los manteros y los incendios. Y con los mismos argumentos, las mismas declaraciones y el mismo "en cien años todos calvos" de siempre.

Es exactamente el mismo debate que tuvimos en abril del año pasado cuando apareció otro vídeo con una pareja que hacía lo mismo que estos contorsionistas del banco, pero en el andén del metro de la estación de Liceu (en abril, por la noche todavía refresca un poquito para disfrutar del aire libre).

Es exactamente el mismo debate que tuvimos en agosto del 2014 con la foto de los dos guiris saliendo de un supermercado de la Barceloneta vestidos únicamente con su propia piel.

Es exactamente el mismo debate que tuvimos en octubre del 2011 con las prostitutas trasteando con los clientes por los rincones poco arrinconados de la calle Petritxol. Eso sí, de madrugada y no en horario comercial y compartiendo un chocolatito con melindros, visitando una galería de arte o comprando algún libro para organizar una excursión.

O es exactamente el mismo debate de septiembre del 2009, cuando la misma obra de la calle Petritxol la representaban en los porches de la Boqueria. Y con mucha afición.

Y en la lista no pongo los centenares de incidentes que van desde conciertos de bongos hasta el amanecer hasta calles que imitan las fuentes del Llobregat durante una primavera lluviosa pero a base de meadas, pasando por todo tipo de actos que darían asco a los cerdos de una pocilga.

Por lo tanto, eso de ahora del banco, los barceloneses ya lo han vivido teniendo como alcaldes a Jordi Hereu (PSC), Xavier Trias (CiU) y Ada Colau (Comuns). Y el proceso siempre ha sido el mismo: 1/ nos ponemos las manos en la cabeza y nos faltan manos (y cabezas), 2/ qué escándalo que eso pase a BCN, 3/ eso no puede ser, hacen falta soluciones, 4/ se convocan manis de vecinos, 5/ el gobierno municipal de turno anuncia que implementará medidas que eviten estos actos incívicos, 6/ el tema desaparece de los medios, 7/ el tema queda olvidado, 8/ llega septiembre y el tema desaparece de forma natural, 9/ el tema reaparece el año siguiente cuando un medio publica un nuevo vídeo o una nueva foto. Y volvemos al punto 1.

Por lo tanto, como que estamos a 11 de julio, ya falta menos para la solución que plantea el punto número 8. Y sobre todo, pasa por el punto 6, el fundamental para que parezca que todo se ha solucionado gracias al punto 5.