Hablamos del 155 con una familiaridad tal que parece un personaje de la novela del mediodía de TV3. Pero es un personaje que nadie ha visto. Lo conocemos, pero no sabemos qué cara tiene. Sabemos de su existencia por lo que explican de él. Los unos y los otros. Nos lo describen, nos dicen cómo actuará y qué hará, pero todo son suposiciones porque nunca ha interpretado ningún papel. Y lo que es peor, su diálogo no está escrito en ningún sitio.

El 155 se transformará en un ser de carne y huesos posiblemente el viernes. Y, parece, que acabarán de peinarlo el sábado. Y después ya veremos qué día debuta y haciendo exactamente qué papel. El público nos preguntamos si será tan malo como querrían los unos que fuera o será tan perverso como nos pretenden hacer creer que será los otros. ¿Será la bruja o el galán?

Ahora bien, el 155 tiene un problema muy grave. Hacer salir a un actor sin un texto previamente guionado, dejarlo en medio de la escena y que improvise, acostumbra a ser garantía de fracaso. Sobre todo cuando a su alrededor hay otros actores que se saben perfectamente su papel. Que si, que puede machacarlo todo y no dejar títere con cabeza, pero eso conduce al desastre.

Muy bien, con el 155 echarán al president y al Govern. Y su trabajo lo asumirán los ministerios. ¿Cómo? ¿Trabajarán doble a partir de ahora en los ministerios españoles? ¿Seguro? Ah no, que los funcionarios de las conselleries colaborarán. ¿Porque colaborarán, verdad? Bien, o no.. sí, claro. Y si fuera que no, detener una administración es muy sencillo. ¿Cómo lo piensa afrontar eso el 155? ¿Puede funcionar España con Catalunya parada? Vuelve a ser aquello del escorpión y la rana. Yo, rana, que sé que el escorpión me acabará picando a medio cruzar el río, haga lo que haga, pues oiga, vamos los dos río abajo y a lo mejor me agarro a una piedra.

Muy bien, con el 155 quizás detienen al president. ¿Creen que, según cómo, eso será fácil? ¿Y, una vez conseguido, están dispuestos a asumir la imagen que se vería en todo el mundo? ¿Y asumir las consecuencias sociales y políticas que esta decisión tendría en Catalunya a corto y largo plazo?

¿Y si la gente sale a la calle, qué? ¿Qué hará el 155, usar la violencia como hizo el 1 de octubre? ¿Sí? Entonces la Europa política ya les lanzó un primer aviso. En público y en privado. Y envió mensajes, como el del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en el discurso de agradecimiento por el Premio Princesa de Asturias. La prensa Marilyn española dijo que se había rendido a España. La realidad es esta (lea entre líneas, por favor):

¿Seguro que el 155 está dispuesto a asumir el desgaste y las consecuencias que tendría volver a usar la violencia en la Europa política, pero sobre todo en la Europa de los medios de comunicación libres y en la de la opinión pública de países con una larga tradición democrática? ¿Y, quien la ejercería esta violencia? ¿Los policías y guardias civiles que hoy han hecho pública esta nota llena de críticas y descalificaciones?

Aplicar el 155 necesita que el Estado haga un esfuerzo suplementario en un lugar que para él ahora mismo es tierra extraña. Y hostil. Y tiene que hacerlo con un actor que debuta en la sala grande del TNC sin haber hecho ni un papel menor en "Els Pastorets". Y peor todavía, sin ni saber qué son.

Y ellos lo saben. Y nosotros sabemos que ellos lo saben. Y ellos saben que nosotros lo sabemos. Y nosotros sabemos que ellos saben que lo sabemos. La partida continúa y todavía quedan muchas horas.