Y que cumplas muchos más…, que los cumplirás. Tiene 38 y es probable que llegue a los 40 sin que se le toque una coma. No es el momento; no hay consenso; primero hay qué saber qué se quiere reformar y hasta dónde se pretende llegar… Que no, que no hay voluntad ni intención de abrir el melón constitucional en este momento, por más que se empeñen morados o naranjas porque a los azules ya se les pasó el furor de la Declaración de Granada. Si acaso que los entusiastas de la cosa –que diría Rajoy– pidan sitio en la subcomisión parlamentaria que se constituirá en el Congreso de los Diputados, que eso no compromete más que a recibir propuestas y a escuchar a decenas de expertos comparecientes.

O mucho cambian las cosas o la reforma de la Constitución tampoco verá la luz esta legislatura. Porque si Mariano Rajoy no tenía suficientes motivos para rechazar la revisión de la Carta Magna, ha llegado Matteo Renzi y le ha proporcionado uno nuevo: el triunfo del no en el referéndum italiano.

“Sí, ahora voy yo a convocar un referéndum”, dijo este martes irónico en los corrillos de la recepción con motivo del aniversario de la Constitución el presidente del Gobierno. Como Rajoy piensa también el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández. Ambos hablaron del asunto ya en su primera entrevista en La Moncloa y estuvieron de acuerdo en que quizá este tampoco sea el momento.

Rajoy es partidario de comenzar el debate con una declaración de intenciones sobre los preceptos que no se deben tocar

Con un Parlamento fragmentado, sin concretar los artículos a reformar ni saber exactamente el procedimiento ni el consenso que se puede alcanzar, Rajoy es partidario de comenzar el debate con una declaración de intenciones sobre los preceptos que no se deben tocar y que, en su caso, son la unidad de España, el principio de igualdad entre españoles y los derechos de los ciudadanos.

Y si en esto no hay acuerdo, mejor ni mentar la bicha porque el presidente es consciente de los riesgos que correría una reforma constitucional sin un amplio consenso, que debería incluir además de al PSOE y a Ciudadanos, también a Podemos. Si los morados quedaran fuera del pacto, podrían exigir, de acuerdo al artículo 67 de la Constitución, una consulta ciudadana para la ratificación de la reforma, por muy limitada que esa fuera. Y Rajoy prefiere evitar esa aventura, que cualquiera podría convertir en un plebiscito sobre la Carta Magna en su conjunto.

Y bastante sorpresa ha habido ya con el Brexit en el Reino Unido y en Italia con la reforma constitucional como para que ahora España someta a la UE a un nuevo sobresalto. Vaya, que Rajoy no está dispuesto a hacer un Renzi, y para evitarlo contará con el respaldo del PSOE. Y esto, dicen unos y otros, no tiene nada que ver con acuerdo alguno de investidura entre los de la vieja política ni con conspiraciones para blindar al bipartidismo. Ya. Pues eso. Que esta Constitución cumplirá muchos más.