Decía Maquiavelo que la traición (política) es el único acto de los hombres que no se justifica y que los traidores son los únicos seres que merecen siempre las torturas del infierno político, sin nada que pueda excusarlos. Eso mismo debe pensar Pedro Sánchez de quienes han decidido abjurar a estas alturas de su credo, aunque lo hayan hecho más por realismo que por delación. Segundas partes nunca son buenas, y además pueden ser letales si quienes las protagonizan son cuando menos corresponsables de la fractura que vive el PSOE y de los dos peores resultados de su historia.

Dos motivos de peso para dar por superada la corta historia de Sánchez en la socialdemocracia española. Por eso ya son legión los desertores del “sanchismo” que miran hacia otro lado en busca de alguien capaz de medirse en unas primarias con Susana Díaz, si es que la de Triana tiene a bien salir en algún momento de la ambigüedad y la retórica.

Tantos son los prófugos que ni Sánchez está seguro de que deba intentar la reconquista. Un titubeo que ha tornado en tribulación y angustia, según cuentan sus más allegados.

El goteo de bajas de lo que él creyó “sanchismo” y no es más que “antisusanismo” tiene noqueado a Sánchez

El goteo de bajas de lo que él creyó “sanchismo” y no es más que “antisusanismo” le tiene noqueado. No es para menos. Primero fue Antonio Hernando, luego César Luena, Patxi López y hasta Óscar López… Y la lista continúa porque ya no están a su lado tampoco ni Idioa Mendía (País Vasco), ni Miquel Iceta (Catalunya), ni Francina Armengol (Balears), ni Luis Tudanca (Castilla y León)…

De ahí la cumbre de los últimos mohicanos, entre los que se encuentran el secretario provincial de València, José Luis Ábalos; la diputada asturiana Adriana Lastra y los alcaldes de Jun, Xirivella o Dos Hermanas, entre otros. 68 fieles al ex secretario general con poder orgánico reunidos en Madrid para lanzar un manifiesto, proclamar a Sánchez el mejor aspirante que “puede recuperar la ilusión de la militancia” y “las señas de identidad” del PSOE y lanzar algún que otro guiño a los votantes de Podemos.

Mucho más claro que el documento que se hizo público fue la reflexión escrita por el diputado vasco Odón Elorza en su propio blog, donde reconoce que “el silencio y la espera no han jugado hasta ahora a favor de Pedro Sánchez” y habla sin ambages de “cambios de bando significativos en dirigentes del PSOE”, que atribuye a la condición humana.

Sólo la determinación de Sánchez a concurrir a las primarias puede frenar lo que el propio Elorza califica de “fugas” de colaboradores, y recuperar a algunos capitanes y generales y evitar que se consolide la idea de una tercera vía basada en la renuncia del ex secretario general a recuperar el liderato.

Nunca se dijo más en un sólo párrafo: Pedro no claudiques, hay que parar la deserción y tienen que volver los cuadros que te apoyaban y se fueron. Pues eso: No surrender, Peter. Eso te piden los últimos mohicanos. El resto, literatura.