Del 8 al 14 de junio
Presupuestos, procés, campaña, Barça

8 de junio: Consecuencias del veto de las CUP a los presupuestos: no se aumenta el gasto social y se seguirá pagando religiosamente la deuda, intereses incluidos, cosa que se clamaba para auditar, al prorrogarse los presupuestos. Chocante política social.

Desde una perspectiva democrática de vieja política, el gobierno que no puede aprobar presupuestos, se va a casa. Cosas de la buena vieja política. Que no se pueda, por el corsé estatutario de dudosa calidad, convocar elecciones, no obsta que el Govern dimita, se quede en funciones y espere el primer día hábil para convocar elecciones. Mociones de confianza y otras curvas ahora no tocan y todavía menos pasado el verano y el Onze de Setembre: más de tres meses con un Govern, de hecho, interino.

9 de junio: Ya llevamos un par de días de los denominados Papeles de la Castellana. Estamos ante el vernáculo wikileaks de los delincuentes fiscales y económicos españoles, aquí también, de GironaCádiz. En este Gotha de los bandoleros del asunto público, la familia Borbón, algunos en la línea de sucesión remota (que se lo digan a la reina Isabel II, qué es estar lejos en la línea sucesoria), disfruta de posiciones punteras. La prensa del régimen ha pasado sobre esta nueva infamia de puntillas. Mala asunto para los autodenominados regeneracionistas.

10 de junio: Una cosa había hecho fuerte al procés por encima de todo: la transversalidad social, cultural y política de las organizaciones de la sociedad civil, de diverso origen y destino, pero que habían convergido en un intenso movimiento pro independencia sin ambages. Aparte del entusiasmo general manifestado por los generosísimos militantes sociales, su apartidismo declarado era un activo claramente de la nueva política, que lo hacía todavía más fuerte.

Las instituciones perdieron la exclusividad de la acción política: es un monopolio indebido; la política se hace donde está la gente. En tiempos ordinarios, resulta más práctico hacer política institucional, pero llegados los tiempos empinados, el apoltronamiento de los políticos profesionales les hace perder el tren de la contemporaneidad y decaen sus privilegios de exclusividad. Esta excepcionalidad, a pesar de las alabanzas de rigor, es muy mal vista y peor sentida por la clase política. Contraataca en cuanto puede. Parece que es lo que está sucediendo tanto en la ANC, como en Òmnium y en la AMI –la más oficialista de las tres asociaciones, visto su carácter institucional. Singularmente la ANC vive horas convulsas por el deseo apenas disimulado de los partidos enfrentados entre ellos mismos para hacerse con su control. Por todo eso, coincidiendo además con nuevos tiempos de dificultades, da la sensación que socialmente el procés ha perdido ánimo.

Nada ajeno es el hecho de que en una nueva contienda electoral, los dos partidos que formaron Junts pel Sí –de los independientes nadie se recuerda- practican uno Del Todo Desunidos. La consecuencia: pretenden ocupar todos los resortes, los de la sociedad civil también, y luchan encarnizadamente, con más o menos visibilidad, por su control.

El procés parece hoy socialmente debilitado en comparación con meses atrás y la base social no parece más amplía que en el 27-S

La consecuencia: el procés parece hoy socialmente debilitado en comparación con meses atrás y la base social, absolutamente imprescindible para transitar la vía dolorosa hacia la independencia, no parece más amplía que en el 27-S, por ejemplo.

11 de junio: Sorpasso, ésta es la palabra. Me temo que siendo importante (tumba el sistema partidista de la transición), quizás sea más humo que otra cosa, si, como no parece en absoluto imposible, nace una Gran Coalición, expresa o tácita. Esta y la piedra de Catalunya, tanto hacia adentro, como hacia España, pueden dar una nueva legislatura no precisamente austera en sustos y tensiones, adobada con nuevos recortes. Recortes que, negados al público español, han sido confirmados a los señores de Bruselas.

12 de junio: Domingo de sangre en Orlando: matanza homófoba en manos de un americano de origen afgano. Sospecha de acto terrorista en manos de un lobo solitario. Nada de eso: ISIS, campeón de la propaganda malsana, se apropia del atentado, sin que conste ningún vínculo con el asesino.

Primera consecuencia: el demagogo Trump quiere hacer algo incomprensible con los musulmanes. ¿No dejarlos entrar (¿en la frontera habrá que responder ahora, en vez de sí eres del partido comunista, si eres musulmán?) ¿o encerrar a los 3 millones de musulmanes que hay en los EE.UU.? Con los americanos de origen japonés ya lo hicieron y vetaron la entrada en la frontera también; experiencia y medios, tienen. Atención a los resultados del segundo martes de noviembre.

El tema tiene la marca de la homofobia, extraño dado que hemos sabido que el asesino era cliente habitual del Pulse, el pub de ambiente gay, lugar de la masacre. Acertadamente se dice que la homofobia no es una enfermedad; el fanatismo, sí. Este fanatismo, de raíz religiosa, más concretamente monoteísta, a pesar de reformas legales, flota por todas partes. Por ejemplo: personados compañeros de los heridos de Orlando a dar sangre, los homosexuales fueron rechazados por imperativo legal, que no científico. In God we trust.

13 de junio: Hoy era el día del debate a cuatro. Lo más relevante, al fin y al cabo, es que se ha demostrado que era un debate a cuatro y no a dos. O sea el fin del bipartidismo y, en buena medida, de la ya agónica transición. Eso ha sido lo más relevante; eso y la ya tradicional ausencia de argumentos de fondo, contrastados y razonados, para abordar los problemas de los ciudadanos. Un dato que el debate pone de manifiesto: un horario imposible para el ciudadano medio y para los mismos profesionales. De hecho el debate fue un late show. La fuerza de la televisión podría conseguir avanzar, cuando menos, una hora (y empezar puntualmente).

En cuanto al contenido, pobreza. Un presidente-candidato lleno de humos, creyéndose el alfa y la omega de todo lo bueno –que pocos ven- que ha hecho, con falsedades, omisiones y exageraciones. A modo de ejemplo, la corrupción: presentarse como campeón de la lucha contra los corruptos, teniendo su propio partido imputado, es más que cinismo. La otra conquista de su mandato, hacernos a todos más pobres, también lo presenta como un éxito. Y el resto de candidatos, sin datos y con eslóganes, poca cosa contrarrestaron. En cambio, se lanzaron pullas acusándose de no se sabe exactamente qué con respecto al fracaso de la investidura en el cual todos pusieron el máximo de su parte a fin de que no cuajara.

Iglesias tuvo la exclusiva de la noche: el referéndum para Catalunya no es ninguna línea roja

Curiosamente, nadie resaltó la cobardía de Rajoy al rechazar el encargo real. Por eso resulta inexplicable la docilidad de Sánchez hacia Rajoy, tanta, que quedó muy oscurecido. Rivera e Iglesias, mejor el segundo que el primero, en su línea; el primero, sin embargo, de más a menos y nervioso. Iglesias tuvo la exclusiva de la noche: el referéndum para Catalunya no es ninguna línea roja. Ahora está por ver si dado el caso, el PSOE -Sánchez no es previsible que pase del día 26- los acepta como primeros en una eventual coalición. Meritxell Batet, parece que, como mínimo, a hablar seriamente, sí que se aviene.

14 de junio: Una vez más el Barça. Acuerdo entre Barça/Rosell/Bartomeu con la Fiscalía y, ahora sí, con la Abogacía del Estado en el caso Neymar por delitos tributarios. Exoneración personal de los dos presidentes y condena aceptada por el Barça por delito fiscal, con el correspondiente pago de multas y reintegro de la deuda con intereses.

Hasta aquí nada anormal. Sin embargo, la oposición, con razón, no se conforma. Quería que el acuerdo fuera a la asamblea. Pero no irá. ¿Por qué? Por una sencilla razón: por una parte sería reconocer un grueso fajo de mentiras sobre la contratación de Neymar; segunda, se alegó en la asamblea celebrada en su día, que los contratos era confidenciales y, en una asamblea, dejarían de serlo. Como siempre la falta de transparencia tiene como finalidad esconder asuntos inconfesables. Y que los socios de una entidad, los soberanos de la misma, sean apartados de esta manera dista de la legalidad. Sería reconocer estados de excepción y de secretos en una entidad que es publica para sus miembros. Más lío.