Ahora que el Govern ha aprobado un proyecto de presupuestos con la consiguiente partida para el referéndum, los líderes independentistas deberían empezar urgentemente la campaña por el 'sí' de la que hasta ahora han huido con letargia y espíritu cobarde. A diferencia de la consulta popular del 9-N, tramada desde el Departament de Governació, este referéndum vinculante será coordinado por la sectorial de Economia y debe contar necesariamente con el liderazgo de Oriol Junqueras. Hasta ahora, Junqueras ha matado el tiempo alimentándose de su (justificado) recelo para con los terceraviístas de Convergència y el entorno de Artur Mas. De hecho, el vicepresident ya fue muy crítico con el antiguo Molt Honorable por no haber convertido en vinculantes los resultados del 9-N y del 27-S. Junqueras puede refunfuñar tanto como quiera, y encontrará mil razones para hacerlo, pero ahora es el momento ideal para que precisamente haga realidad todo lo que hasta ahora el independentismo ha dejado a medias.

A diferencia del secretismo previo al 9-N, creo que lo mejor que puede hacer Junqueras desde ahora mismo es una campaña positiva, ilusionante y –por encima de todo– transparente y abierta sobre cómo se organizará la votación, un proceso que olvide las miserias del parlamentarismo autonomista –que si las negociaciones con la CUP, que si las objeciones de los diputados unionistas a los presupuestos, entre otras nimiedades– y se centre de una puñetera vez en los beneficios económicos del Estado libre. Junqueras ha liderado perfectamente su conselleria y así, desde hace meses, los proveedores catalanes respiran mucho más tranquilos porque el Govern les paga el jornal (Mas-Colell era un genio, pero los cráneos privilegiados tienden a la indeterminación, muchas veces caótica). Si Junqueras defiende el referéndum con la misma determinación, el president Puigdemont tendrá más espacio para impulsarlo y los timoratos de Convergència caerán por su propia inercia.

Lidere o volveremos muy pronto al autonomismo de siempre, con una nueva Molt Honorable que ahora es alcaldesa y con ERC haciendo de comparsa

Vicepresident, lidere el referéndum, cuente a los ciudadanos por qué tener un Estado con un Ministerio de Economía normalizado les será más beneficioso que un departament como el actual, donde los consellers sólo pueden hacer tareas administrativas con la miseria, y ponga a su partido a trabajar para convencer a los indecisos, desde ayer mismo. Para llorar y buscar excusas o culpables siempre encontraremos tiempo, pero ahora entramos en el universo de la acción, donde las cosas –repetimos por enésima vez– solamente se hacen haciéndolas. Lidere el referéndum, vicepresidente, o volveremos muy pronto al autonomismo de siempre, con una nueva Molt Honorable que ahora es alcaldesa y con ERC haciendo de comparsa.

Está en sus manos. Ahora sí. Se hace tarde.