La oficina de transición americana ha confirmado que el presidente electo, Donald Trump, tiene intención de convertir a su yerno, Jared Kushner, en consejero principal de la Casa Blanca.

En un comunicado, Trump ha reivindicado el papel de Kushner en su futura administración y que trabajará muy ligado al jefe de gabinete, Reince Priebus. "Será un miembro invaluable de mi equipo cuando este empiece a funcionar", ha remachado el presidente electo.

Kushner tenía previsto volver a los negocios inmobiliarios durante el mes de noviembre, sector donde trabaja como director general de Kushner Companies, compañía centrada en inmuebles en Nueva York y Nueva Jersey.

Sin embargo, Trump podría vulnerar una ley federal del año 1967 con este nombramiento por nepotismo y conflicto de intereses. Y es que esta norma prohíbe a los funcionarios públicos nombrar "a un civil en la institución en la que está sirviendo". Según han apuntado medios americanos, Kushner quizás llegaría al cargo sin cobrar ningún sueldo público, con el fin de "sortear" esta prohibición.

Kushner está casado con Ivanka Trump, es judío ortodoxo y ha asesorado a menudo al presidente electo en temas de Oriente Próximo. De confirmarse el nombramiento -este cargo no requiere ratificación del Senado- se convertiría en uno de los estrechos y máximos colaboradores de Donald Trump.