Las relaciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con Rusia continúan en el punto de mira. Esta vez, apuntan hacia su yerno, Jared Kushner, que ha sido incluido en la investigación que lleva a cabo el FBI sobre la posible injerencia de Rusia en las elecciones del pasado 8 de noviembre. Kushner habría hablado con el embajador ruso en Washington, Sergei Kisliak, sobre la posibilidad de establecer una vía de comunicación secreta, según ha revelado el rotativo americano The Washington Post.

En una reunión en la Torre Trump en el mes de diciembre, antes de que Trump asumiera el cargo, Kushner, asesor de la Casa Blanca, habría propuesto a Kisliak la posibilidad de crear un canal de comunicación secreto entre la Casa Blanca y el Kremlin. En esta reunión también habría estado presente el exasesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, que se vio obligado a renunciar al cargo después de que salieran a la luz los contactos que había mantenido con el Kremlin.

El pasado mes de marzo, la Casa Blanca hizo pública esta reunión, si bien quiso quitar hierro al asunto. No obstante, varias personas próximas al caso sostienen que el FBI está considerando de nuevo este encuentro, así como una reunión que Kushner habría mantenido con un banquero ruso.

Los investigadores están especialmente interesados en personas que pudieron influir en el equipo electoral y al actual Gobierno pero que ya han salido del círculo de Trump, como el antiguo responsable de campaña, Paul Manafort o el propio Flynn.