El portal de filtraciones Wikileaks ha difundido este martes los detalles de un programa encubierto de "hacking" de la agencia norteamericana CIA, como parte de una serie en siete entregas, que define como "la mayor filtración de datos de inteligencia de la historia". Entras las primeras filtraciones, destaca la acusación que la agencia de inteligencia hacía espionaje a través de móviles, ordenadores y televisores inteligentes.

La primera de las entregas que ha hecho el portal de filtraciones fundado por Julian Assange es la denominada 'Año Cero', y que comprende 8.761 documentos procedentes de la sede central de la CIA, en Langley (Virginia). Por cantidad de documentación, 'Año Cero' superaría la información de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) revelada en el 2013 por el exanalista Edward Snowden.

El arsenal de la CIA estaría preparado, según la filtración, para atacar productos como el Iphone, los sistemas Android, de Google, y Windows, de Microsoft, y también los televisores inteligentes de Samsung. Todos estos productos se podrían convertir en microfondos encubiertos utilizados por la propia agencia.

Además, otro de los puntos destacados de la filtración, sería que la CIA utiliza el consulado de los Estados Unidos en la ciudad alemana de Frankfurt como "base encubierta para sus 'hackers' en Europa, el Oriente Medio y África".

¿Cómo ha llegado la información?

Según Wikileaks, la CIA ha perdido "el control de la mayoría de su arsenal de ciberataque, incluyendo malware, virus, troyanos, sistemas de control remoto y documentación asociada" y que todo este material es ahora comercializado por hackers. Una de las personas a las que llegó este archivo lo entregó a Wikileaks, según ha revelado la firma en una nota oficial, sin entrar en más detalles.

Wikileaks ha advertido del riesgo de que la CIA haya creado, en la práctica, la suya "propia" NSA para esquivar la rendición de cuentas y evitar aclarar públicamente el alcance o la legalidad de unos programas controvertidos. Para Assange, "la revelación (de este martes) es excepcional desde el punto de vista político, legal y forense", al mismo tiempo que pone de manifiesto el "riesgo" de la proliferación "descontrolada" de las "ciberarmas".

La CIA, por su parte, ha preferido no opinar. "No comentamos la autenticidad o el contenido de supuestos documentos de Inteligencia", ha resuelto un portavoz, Jonathan Liu, en declaraciones en el portal de noticias Politico.