Donald Trump se convirtió este lunes en el primer presidente de EEUU en activo en visitar el Santo Sepulcro y el Muro de las Lamentaciones, lugares sagrados del Cristianismo y el Judaísmo, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en lo que la comunidad internacional considera territorio palestino ocupado.

Hasta ahora, los mandatarios estadounidenses y europeos habían evitado este itinerario por el significado político que tiene, al estar en la zona oriental de Jerusalén, ocupada por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967, anexionada en 1980 con la condena de la ONU, y que los palestinos reivindican como capital de su futuro estado. Trump ha querido cambiar esto horas después de llegar a la región.

El itinerario por la Ciudad Vieja, sin embargo, ha sido declarado visita privada y la delegación estadounidense rechazó que representantes israelíes, incluido el primer ministro, Benjamín Netanyahu, acompañaran a Trump.

El expresidente de EEUU Barack Obama visitó el Muro de las Lamentaciones siendo todavía candidato presidencial y evitó hacerlo durante sus ocho años de mandato, mientras que otros dirigentes, como Bill Clinton, lo hicieron cuando abandonaron la Casa Blanca y George H.W. Bush cuando aún era vicepresidente.

Llamamiento a la paz

El presidente de EEUU llegó este lunes a Israel para instar a palestinos e israelíes a caminar hacia la paz, reafirmar la alianza de su país con el estado judío y volver a denunciar la actitud agresiva de Irán en la región.

Tras mantener por la tarde una reunión de trabajo con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Trump señaló que "Israel y EEUU son "más que amigos; son "aliados", y tienen "que aprovechar el hecho de que muchas cosas pueden ocurrir ahora y no podrían haber sucedido en el pasado", con lo que sugirió la posibilidad de avances hacia la paz en la región.

Trump  Netanyahu - EFE

El presidente estadounidense aseguró que, tras sus encuentros de los últimos dos días en Riad con líderes árabes y musulmanes, está en condiciones de confirmar que estos "pueden ayudar a cambiar el clima y crear las condiciones para una paz realista con los palestinos".

Netanyahu, por su parte, le agradeció "el cambio de la política estadounidense sobre Irán", la "valiente" decisión de atacar Siria y "la reafirmación del liderazgo estadounidense en Oriente Medio" y se dijo convencido de que Israel y EEUU, juntos, pueden "rechazar la agresiva tendencia de Irán y hacer fracasar sus esfuerzos" por conseguir armas nucleares.

Este martes, Trump se desplazará a Belén para reunirse con el presidente palestino, Mahmud Abás, tras lo que pronunciará un discurso en el Museo de Israel, para luego abandonar la región rumbo al Vaticano