El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha declarado hoy que no hay pruebas suficientes de la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos que tuvieron lugar en noviembre del año pasado con la victoria de Donald Trump.

"Sin una sola prueba, como saben, nos acusan de injerencias a las elecciones no sólo de los Estados Unidos, sino también de Estados europeos" ha añadido Lavrov en una conferencia de prensa durante la reunión de la Asociación de Empresas Europeas.

Esta es la reacción del ministro a las acusaciones judiciales a los EE.UU. contra Paul Manafort, ex-jefe de campaña de Trump, y su ex-socio, Rick Gates, dentro de la investigación sobre la supuesta trama rusa. Lavrov ha tildado de "fantasía sin límites" las acusaciones, y ha recordado "recientemente, nos acusaron de que Moscú estaba decidiendo qué ministro nombrar en Sudáfrica". En los dos se les acusa de "conspiración contra los Estados Unidos", blanqueo de dinero y "declaraciones falsas".

Las acusaciones hacia Paul Manafort, "falsas"

Ayer por la noche, la portavoz del ministerio de Exteriores rusa, Maria Zajávora, expresó que las acusaciones contra el ex-jefe de campaña del presidente norteamericano eran "falsas", notando que en el escrito de imputación el ex-presidente de Ucrania Víktor Yushchenko es confundido con la ex-primer ministra Yulia Timoshenko.

Manafort tuvo que dimitir en agosto del 2016 cuando se descubrió que había recibido 12,7 millones de dólares por haber asesorado a Víktor Yanukóvich, el hombre que ocupó el cargo de presidente de Ucrania hasta su destitución el año 2014 debido a las revueltas del Maidan.

En la acusación hacia Rusia, no se menciona en ningún momento ninguna supuesta "conspiración" entre el equipo de Donald Trump y el país liderado por Vladimir Putin, sino que los cargos están relacionados con los amplios lazos financieros que Manafort y el presidente de los Estados Unidos mantuvieron con líderes prorrusos en Ucrania.