El juego de alianzas se complica cada día un poco más. Las últimas informaciones, que demuestran la supuesta injerencia rusa en las elecciones norteamericanas del 2016, son claves para la investigación que encabezan el FBI y el fiscal especial Robert Mueller.

El hijo mayor de Donald Trump sabía que la abogada rusa con quien se reunió durante la campaña presidencial de los Estados Unidos estaba relacionada con el Kremlin. Lo asegura The New York Times, que cita tres fuentes de quien mantiene el anonimato. El diario publica estos días que Donald Trump junior buscó informaciones comprometidas para desprestigiar a la rival de su padre, Hillary Clinton, a la carrera electoral del año pasado. No obstante, el Kremlin niega la vinculación con la abogada.

En este punto del juego diplomático entre ambas potencias, hay que recordar la acusación, lanzada por la CIA, el FBI y la NASA, de haber interferido en los comicios. "Vladímir Putin ordenó una campaña en el 2016 contra las elecciones presidenciales de los Estados Unidos. El objetivo de Rusia era socavar la fe pública en el proceso democrático, denigrar a la secretaria Clinton y dañar su elegibilidad y potencial presidencia. Putin y el Gobierno ruso desarrollaron una clara preferencia para Trump", sostuvieron en un informe conjunto las tres agencias de inteligencia.

La nueva relación con Putin

Las tensiones con Rusia son, para Donald Trump, historia. Una vez acabó la cumbre del G-20 celebrada el sábado en Hamburgo, donde el presidente norteamericano mostró su distanciamiento con Europa; Trump exhibió al mundo su nueva relación con Putin.

"Ha llegado el momento de trabajar constructivamente con Rusia", anunció en una serie de tuits, en los que llegó a propugnar la creación con Moscú de una "impenetrable Unidad de Ciberseguridad" para protegerse "del hackeo electoral".

No obstante, horas después, anunció que "no creía que fuera posible" crear esta unidad conjunta de seguridad informática con Rusia.

Durante la cumbre del G-20 de Hamburgo, Trump se quedó solo en la ruptura del Acuerdo de París. Para Washington, muchos de los acuerdos internacionales firmados por los EE.UU. son "malos" y tienen que ser renegociados bajo un solo denominador común: el propio interés. Por otra parte, con su encuentro con el presidente ruso, Trump acordó un alto al fuego en el suroeste de Siria y, tal como demostraron los tuits del domingo, inauguraron una relación privilegiada con el presidente ruso.