El inspector de la policía venezolana Oscar Pérez ha sobrevolado el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela en un helicóptero con el mensaje de “libertad” y pidió más tarde la renuncia de Nicolás Maduro como presidente del país.

Según el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, la aeronave fue robada de una base militar de Caracas. Según él mismo, desde el helicóptero se “efectuaron alrededor de 15 disparos contra la edificación”, además de asegurar que se lanzaron “cuatro granadas”. El agente iba acompañado por otros uniformados, en una aeronave donde se leía “libertad 350”, en alusión al artículo de la Constitución que llama a desconocer "cualquier régimen" que contraríe las garantías democráticas.

Mientras se producía la acción por parte de este grupo policial, la cuenta de Instagram del inspector Pérez publicava un mensaje donde él mismo pedía, a cara descubierta, ir “a cada base militar” del país. Asimismo, dijo que se está realizando un "despliegue aéreo y terrestre" para "devolver el poder al pueblo democrático" y así "hacer cumplir las leyes para restablecer el orden constitucional".

 

Maduro ha condenado el suceso afirmando que “dispararon desde el helicóptero contra oficinas del Tribunal Supremo” y describió el hecho como un “ataque terrorista”.  

Él mismo afirmo el lunes que “si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia, y fuera destruida la revolución bolivariana, iría al combate”. Este llamamiento “a las armas”, en palabras del propio presidente, para algo que “no se pudo aconseguir con los votos”, és lo que la misma oposición ha resumido como la aceptación que el presidente "vive en una dictadura".

Finalmente, Maduro culpa al partido opositor Primero Justicia (PJ) de tomar "un rumbo de violencia" y ha dicho que sus principales líderes "están al frente de todos los hechos violentos" que se han conocido.

Nueva jornada de violencia

La jornada del martes estuvo marcada nuevamente por episodios de violència y se registro una nueva muerte en el estado de Aragua, donde un militar recibió un disparo en la pierna. En sede parlamentaria, diputados y policías se pelearon en el interior del edificio.

Tres meses después de la ola de protestas, ya han muerto 76 personas y más de mil han resultado heridas, según la Fiscalía.