Tanto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el gobierno de los Estados Unidos se han mostrado preocupados por la situación política que se está viviendo en Zimbabue a raíz de la ocupación de que los soldados del Ejército hicieron de edificios gubernamentales ayer miércoles.

Ambas partes han mostrado su deseo de que el conflicto se resuelva "dentro del marco constitucional" y de la manera "más rápida posible".

Donald Trump, preocupado por "la intervención militar"

Estados Unidos ha declarado hoy que se encuentran "preocupados por la intervención militar en el proceso político de Zimbabue", aunque se muestran confiados en que se alcanzará "una solución rápida" de la crisis política "dentro del marco constitucional", y en ningún momento tildan los hechos de golpe de estado.

Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense ha asegurado que el presidente americano, Donald Trump, está preocupado "por las recientes acciones de las fuerzas militares de Zimbabue" y se ha emplazado a todos los líderes zimbabuenses para que estos "ejerzan la contención, respeten el Estado de Derecho, garanticen los derechos constitucionalmente protegidos de todos los ciudadanos y resuelvan rápidamente las diferencias con el fin de permitir un retorno rápido a la normalidad".

No ha habido un golpe de estado, según Estados Unidos

El embajador estadounidense en Zimbabue, Harry Thomas, se ha puesto en contacto con el gobierno del país africano y está recibiendo información del Ministerio de Asuntos Exteriores y del Ejército zimbabuense. Thomas ha indicado que desde la embajada seguirán relacionándose "con todas las partes que estén dispuestas a trabajar" con ellos para conseguir "una solución rápida y pacífica que esté de acuerdo con la Constitución".

Preguntado por si consideran que la intervención militar en Zimbabue es un golpe de estado, el embajador sólo ha dicho que Washington "sigue supervisando la situación en Harare, que todavía se está desarrollando, y podrá proporcionar más evaluaciones a medida que los hechos se aclaren." Además, ha declarado que no aceptan "la intervención militar en procesos políticos" pero que Estados Unidos no se posiciona "del lado de nadie en los asuntos de la política interna zimbabuense".

Thomas ha querido también responder a las acusaciones hechas en Occidente de no prestar la suficiente atención a las relaciones con el país africano y ha expresado que Estados Unidos "continúan comprometidos con el pueblo" zimbabuense "y con sus esperanzas de un futuro más prometedor". Finalmente, el embajador ha pedido a los ciudadanos zimbabuenses que se queden en casa hasta que se les diga el contrario.

La ONU hace un llamamiento a mantener la calma

La ONU ha hecho hoy un llamamiento a la calma en Zimbabue y ha subrayado que la crisis política en el país se tiene que resolver mediante "el diálogo" y dentro del marco constitucional. El secretario general de la organización, António Guterres, ha afirmado que su portavoz, Farhan Haq, está siguiendo la situación y ha pedido "calma, no violencia y moderación" a todas las partes. Según Haq, "preservar los derechos fundamentales, incluida la libertad de expresión y asamblea, es de importancia vital".

Hag ha admitido que de momento la situación en Zimbabue es "un poco confusa" y que la ONU está tratando de recopilar más información.

Los portavoces militares zimbabuenses también niegan haber hecho un golpe de estado

Los portavoces militares de Zimbabue han insistido en que su toma de control no es ningún golpe militar para tumbar al Ejército, sino una operación contra "criminales" del entorno de Robert Mugabe, el jefe de estado zimbabuense, en el poder desde los años 80.

El presidente de la vecina Sudáfrica, Jacob Zuma, ha confirmado que Mugabe se encuentra retenido en su residencia, pero que se encuentra "bien".