Un estudio ha demostrado que el número de niños y adolescentes obesos se ha multiplicado por 10 durante los últimos 40 años, y revela que si la tendencia no cambia, en los próximos años habrá más jóvenes con sobrepeso que con un peso normal.

Un millar de especialistas han contribuido en el análisis coordinado por la Escuela Imperial de Salud Pública de Londres y la Organización Mundial de la Salud (OMS), basado en los datos de 130 millones de personas de todo el mundo. El objetivo del estudio era comparar el número de jóvenes obesos de entre 6 y 18 años que había en el año 1975 con el número de los que tenían sobrepeso en el 2016.

Resultados muy preocupantes

La investigación indica que el año 1975 había 6 millones de niñas y 5 millones de niños obesos, representando sólo el 1% de la población mundial de la época. En cambio, el año 2016, el número de jóvenes de la franja de edad estudiada había ascendido a 126 millones: 50 millones de niñas y 74 millones de niños, y 213 millones con sobrepeso pero sin poder ser categorizados como obesos. Si la tendencia continúa, en el 2022 habrá más adolescentes con sobrepeso que con desnutrición.

Según los investigadores, nos encontramos ante un gran problema y "un desafío de salud pública que se tiene que resolver". También informan de que los datos obtenidos en el estudio demuestran "la amenaza que representa la mala nutrición en todas sus formas, con chicos con un peso bajo y con sobrepeso conviviendo en las mismas comunidades".

Obesidad estancada en los países desarrollados

El análisis también indica que en países con ingresos medios, de Latinoamérica, el Caribe y el Asia oriental, donde antes había más personas por debajo del peso indicado, ahora hay más obesos. No obstante, en los países más desarrollados la tendencia a la obesidad se ha estancado. El autor principal del texto, Majid Ezzati, cree que la razón es que algunos países han empezado a tomar conciencia del problema y han ido aplicando políticas públicas para afrontarlo, bajando por ejemplo los precios de los alimentos sanos, a los que las poblaciones más pobres no tienen acceso por ser demasiado caros.

Los expertos recomiendan medidas "drásticas"

La coordinadora de enfermedades no transmisibles de la OMS, Fiona Bull, afirma que el sobrepeso representa "una crisis de salud pública que empeorará si no se toman medidas drásticas". Se recomienda reducir el consumo de grasas saturadas, sales y azúcar, y hacer más actividad física.

Bull cree que la obesidad se tendría que combatir en la escuela, con los menús de los comedores y máquinas expendedoras, y en casa, donde se tendría que preparar comida sana, poner alimentos sanos en la fiambrera; además, se tendría que reducir el tiempo que los niños pasan delante de una pantalla y que impide que practiquen actividad física.

Las madres juegan también un papel importante en la lucha contra el sobrepeso. Según Bull, la concienciación tiene que empezar desde el momento de la gestación, cuando la madre tendría que mantener una alimentación sana que tendría que durar durante el periodo de lactancia. "Se ha comprobado que los niños que se amamantan exclusivamente durante los primeros seis meses tienen menos tendencia al sobrepeso", dice la experta.