Ya es conocida la posición escocesa de cara al Brexit: los sondeos dan por ganador el quedarse en la Unión Europea y la primera ministra, Nicola Sturgeon, asegura que si el Reino Unido deja la UE este 23 de junio sin que esta nación histórica lo quiera, convocará un segundo referéndum de independencia. Menos conocida es la posición de Irlanda del Norte, ni tampoco las consecuencias que podría tener para sus habitantes. 

De hecho, Irlanda del Norte sería la más perjudicada si se produjera la salida de la UE. Las razones son diversas y van desde la frontera física y económica que habría entre Irlanda e Irlanda del norte, a la pérdida de ayudas en materia de agricultura que el territorio recibe de Bruselas. Las encuestas dan como ganadora la opción de quedarse en la UE, con un 57% de los votos, delante del 35% que quieren marcharse y el 9% que beso muestra indecisos. Sin embargo, la primera ministra de Irlanda del Norte, Arlene Foster Mla, apuesta por marcharse del club de los veintiocho. 

Una frontera terrestre

Irlanda del Norte sería el único territorio del Reino Unido que tendría una frontera terrestre y física. Actualmente no hay ninguna frontera física que diferencie Irlanda e Irlanda del Norte. Cuando un coche circula por la carretera que une los dos territorios sólo un cartel muestra el cambio de país. 

Durante el conflicto de Irlanda del Norte (entre los años 1968-1998), sinembargo, había controles militares en los principales cruces fronterizos. No fue hasta el 2005, en una de las fases de la aplicación de los Acuerdos del Viernes Santo que fueron adoptados para poner fin al conflicto el año 1998, fueron eliminados estos controles. 

Pero si el Reino Unido abandona la UE, puede ser que reaparezca algún tipo de control entre estos dos países. Eso, perjudicaría gravemente la población que vive más próxima a la frontera, ya que muchos se mueven durante su día a día entre los dos territorios, ya sea porque trabajan en el otro lado de la frontera o porque van a comprar -ya que en Irlanda pueden pagar con euros y es más barato-.

Subsidios agrarios

La agricultura es muy importante en Irlanda del Norte, y depende, en gran parte, de los subsidios de la Unión Europea. De hecho, Bruselas ha dado un apoyo masivo a Irlanda de Nord después de los acuerdos de 1998. Los partidarios del Brexit han asegurado que compensarán este dinero perdido por el Brèxit, pero muchos, en Belfast, son escépticos a estas promesas.

La Política Agrícola Común (PAC) es la partida más importante del presupuesto comunitario, e Irlanda del Norte es un beneficiario neto. Más de 30.000 agricultores reciben casi 350 millones de libras al año del fondo europeo. De estos, 266 millones libres van dirigidas directamente a los subsidios, mientras que los otros 83 millones van dirigidos a la economía rural en general. Por eso, los sindicatos dudan de que el gobierno del Reino Unido pueda reemplazar este nivel de ayudas. 

Exportaciones y comercio

Además, por Irlanda del Norte, las relaciones economicas con Irlanda son cruciales, ya que representan un 34% de las exportaciones. Pero también a la inversa. Irlanda es el país más preocupado por la salida del Reino Unido de toda la UE y los ministros del gobierno de Dublín han expresado varias veces su profunda oposición. 

En estos momentos, las relaciones entre las dos naciones son mejores que en muchos otros momentos de la historia. Los vínculos económicos se han hecho más fuertes y los viajes y el comercio entre las dos partes de la frontera son más fáciles que nunca. Gran Bretaña es el mayor mercado de exportaciones de Irlanda y también por Gran Bretaña, ya que exporta más a Irlanda que en China, en la India o en Brasil.

Varios estudios han intentado poner en datos esta situación. Sin embargo, es complejo saber qué podría pasar, ya que no se sabe todavía si en caso de que el Reino Unido saliera de la UE, se podría llegar a algún tipo de pacto con la UE para mantener el libre comercio entre las islas y el continente. 

Por eso, el informe de Oxford Economics, encargado por el Gobierno de Irlanda del Norte, ha definido hasta 9 escenarios posibles. En ocho de estos, el daño causado sería peor en Irlanda del Norte que en el resto del Reino Unido. En el mejor de los casos no habría prácticamente impacto, en el peor, la producción económica de Belfast sería casi un 6% menor en el año 2030.