Después de 35 años investigando, el físico Serge Galam, miembro del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) francés y de la prestigiosa Sciences Po de París, ha desarrollado un modelo de dinámicas de opinión que permite prever resultados de elecciones. En su momento logró predecir resultados "contraintuitivos" -utilizando sus términos- como el 'no' de los franceses a la Constitución Europea en 2005. También recientemente ha acertado las victorias de Donald Trump en Estados Unidos y el Brexit en el Reino Unido. Ahora dice que Marine Le Pen tiene posibilidades, incluso con intenciones de voto inferiores al 50%. Lo determinará un elemento clave: la abstención.

Galam es uno de los pioneros mundiales de la sociofísica, que utiliza los métodos de la física para estudiar fenómenos que se dan en la sociedad. Por ejemplo, elecciones. "No tenemos resultados validados, porque todavía estamos en investigación, pero tenemos modelos que son muy prometedores", afirma el investigador, que nos recibe en su despacho. Asegura que se trata simplemente de poner varias variables en una ecuación. "Con este modelo pude prever la victoria de Trump, y eso que ni yo mismo creía en ello, pero el modelo decía que ganaría", recuerda el físico.

Para aplicar el modelo al caso francés, señala el investigador, hay que tener en cuenta un elemento: la abstención oculta. "Hay votantes que están en contra del Frente Nacional, pero que también están comprometidos contra el liberalismo y la globalización, que dicen que votarán a Macron para frenar al Frente Nacional pero pueden acabar no haciéndolo", justifica Galam. Esto crearía una abstención diferenciada para Le Pen y Macron. Esto habría pasado también con Fillon y Mélenchon, apunta, porque ambos también tenían una parte del electorado en contra.

Mientras "la gente que vota por Marine Le Pen quiere votar directamente por ella" y está más motivada, gran parte de los que dicen que votarán por Emmanuel Macron lo hacen contra el Frente Nacional, con una pinza en la nariz, y a la hora de la verdad pueden acabar no haciéndolo. Es decir, se producirá un desfase entre la intención de voto en las encuestas y la participación efectiva para cada uno de los candidatos. La clave será en qué proporciones.

Para calcular escenarios, basta con poner los distintos elementos -intención de voto y participación efectiva- en la ecuación para obtener resultados. Galam pone dos ejemplos a partir de las intenciones de voto de los sondeos:

Escenarios de voto

- Con una intención de voto del 58% para Macron y del 42% para Marine Le Pen. Si el 90% de los votantes que dicen que votarán al Frente Nacional lo hacen, y sólo el 65% de los de En Marcha!, la candidata del FN ganaría con el 50,07% de votos. Macron necesitaría un 65,17% de participación efectiva.

- Con una intención de voto del 56% para Macron y del 44% para Marine Le Pen. Si el 90% de los votantes que dicen que votarán al Frente Nacional lo hacen, y sólo el 70% de los de En Marcha!, la candidata del FN ganaría con el 50,25% de votos. Macron necesitaría un 70,71% de participación efectiva.

"No estoy diciendo que ganará Marine Le Pen, sino que, hoy por hoy, es una posibilidad que no se puede descartar", defiende Serge Galam. "Con un 42% o 42% de intención de voto, sería un escenario poco probable; pero a partir del 44% de intención de voto, ya sería una posibilidad más realista", añade el físico francés. En este sentido, se aferra a varios hechos, como la ruptura del frente republicano por parte de Jean-Luc Mélenchon, que no dio ninguna consigna de voto. También el movimiento que nació en las redes sociales la misma noche electoral: #SansMoiLe7Mai (sin mí el 7 de mayo), la aparición de una abstención reivindicada.

Al final, según Serge Galam, si gana o no Le Pen dependerá de la capacidad que tenga Emmanuel Macron de movilizar a los electores a las urnas para votar por él y, sobre todo, en contra del Frente Nacional.

SERGE GALAM N.T

Serge Galam / N.T.

¿Qué harán los votantes de Fillon y Mélenchon?

A su manera, los dos grandes perdedores de la primera vuelta -de entre quienes tenían posibilidades reales- generaron polémica. Primero fue el republicano François Fillon, quien tan sólo un cuarto de hora después de hacerse público el sondeo a pie de urna, pidió el voto por Emmanuel Macron. Luego fue el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, quien se hizo esperar para luego no dar ninguna consigna de voto y convocar a la militancia a una consulta para decidirlo. Los votantes de ambos candidatos, más de 14,2 millones, serán claves para llegar al Elíseo.

En la consulta de la Francia insumisa participaron 243.128 de los 440.000 inscritos. El 36,12% votó por el voto en blanco o nulo, el 34,83% por el voto a Emmanuel Macron y el 29,05% por la abstención. Pero una cosa son los militantes y otra muy distinta los votantes. "La consulta de la Francia Insumisa tiene dos problemas: que no proponían la opción de Marine Le Pen y que a quien preguntaban era al núcleo más militante, que tiene una lógica diferente de la de los votantes corrientes", explica el sociólogo Jérôme Fourquet, director del departamento de opinión y estrategias de empresa del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP).

Justamente el IFOP ha hecho una encuesta, publicada este miércoles, donde pregunta a quienes votaron por Jean-Luc Mélenchon por quien votarán el domingo en la segunda vuelta. Los resultados son los siguientes: el 50% votará por Emmanuel Macron, el 13% por Marine Le Pen y el 37% elegirá la abstención, el voto en blanco o nulo o no sabe.

La empresa de estudios de opinión ha hecho el mismo ejercicio con los electores que, en la primera vuelta, votaron por el republicano François Fillon. Con un traspaso mayor al Frente Nacional, los resultados son los siguientes: el 44% votará por Emmanuel Macron, el 30% por Marine Le Pen y el 26% elegirá la abstención, el voto en blanco o nulo o no sabe.

No son dos Francias simétricas

"He escuchado mucho decir, sobre todo en los medios, que hay una oposición geográfica entre Macron y Le Pen", explica Joël Gombin, politólogo especializado en el voto frentista, autor del libro 'El Frente Nacional: ¿dividirá Francia?' ( 2016). "Esto es cierto, pero es menos cierto de lo que se ha dicho", añade Gombin en este sentido, analizando los datos que se tienen de la primera vuelta del 23 de abril. "No podemos decir que el voto Macron sea simétrico al voto Le Pen", asegura.

Mientras el voto del candidato de En Marcha! fue muy homogéneo en todo el territorio (este y oeste, urbano y rural, centro y periferia), y no hubo casi lugares donde no obtuviera un número significativo de votos, el voto por la candidata del Frente Nacional es más marcado por clivajes tradicionales del FN: en el este y la periferia. En París, sólo logró un 4,99%. De hecho, hay cuatro departamentos donde Marine Le Pen ha obtenido menos votos que en 2012: París y los tres departamentos de la pequeña corona parisina (Altos del Sena, Sena-Saint-Denis y Valle del Marne).