Diez aviones militares de los Estados Unidos y Corea del Sur han realizado maniobras militares a escasos kilómetros de Corea del Norte en lo que el ministerio de defensa surcoreano ha tildado de medida "disuasiva contra las amenazas nucleares y balísticas de Pyongyang".

Asimismo, Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, se han comprometido con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in; y con el presidente de China, Xi Jinping, a ejercer una "mayor presión" sobre Kim Jong-un, líder norcoreano, tal y como ha informado la Casa Blanca.

Este incremento de la presión en plena escalada de tensión entre Corea del Norte y los EE.UU. se ha llevado a cabo después de que el 15 de septiembre Jong-un enviara un misil que sobrevoló el Japón, estrellándose finalmente en el mar.

A la muestra de fuerza de Estados Unidos y Corea del Sur se suman las maniobras marítimas que Rusia realizó junto con la China cerca de Corea del Norte, pocas horas después del envío del misil norcoreano en dirección a Japón.

Maniobras de alto riesgo

Los diez aviones usados por los Estados Unidos y Corea del Sur en estas maniobras militares son explícitamente dos bombarderos norteamericanos B-1B y ocho cazas surcoreanos, cuatro F-35 y cuatro F-15K.

Con respecto a los bombarderos B-1B y los cazas F-35B, están diseñados para poder lanzar bombas nucleares, mientras que los cazas F-15K son uno de los modelos más solventes en operativo, habiendo eliminado 104 aviones rivales desde que fueron creados y no habiendo sufrido ninguna baja.