Al menos 350 personas han muerto y 4.000 han resultado heridas por un terremoto de 7,3 grados en la escala Richter que ha asolado esta noche la provincia de Kermanshah, al oeste de Irán y fronteriza con Iraq, tal y como indica la televisión estatal Press TV.

La cifra de muertos ha aumentado en los últimos minutos, dado que hace unas horas el número de víctimas mortales declaradas por las autoridades era de 210.

El vicepresidente de la Organización de Gestión de Crisis de Irán, Behnam Saidi, ha informado hoy en la televisión estatal Press TV que se han podido recuperar 207 cadáveres y rescatar a 1.686 heridos. Saidi no descarta que la cifra de víctimas mortales pueda aumentar debido a que continúan las tareas de rescate y de retirada de escombros.

Las poblaciones más afectadas por el terremoto, aparte de Kermanshah, han sido Ghasr Shirin, Sarpul y Azgale, donde las comunicaciones telefónicas y la luz han quedado cortadas. Los habitantes de la mayor parte de estas localidades han sido evacuados de las suyas casa ante el temor de hundimientos.

Efectivos de la Media Luna Roja de Irán, el Ejército y el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) han sido enviados a las poblaciones afectadas para ayudar en las tareas de rescate. Por su parte, un comité de gestión de crisis presidido por el ministro iraní del Interior, Abdolreza Rahmaní Fazli, ha celebrado una reunión de emergencia para estudiar las dimensiones del seísmo.

Informaciones contradictorias sobre el epicentro del terremoto

Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), el seísmo ha tenido lugar en las 21.18 hora local del domingo (18.18 GMT) cerca de la ciudad iraquí de Halabya, a la región del Kurdistán, donde|dónde al menos cuatro personas han muerto y 500 han resultado heridas.

No obstante, el Centro Sismológico de Irán, dependiente de la Universidad de Teherán, ha declarado que el epicentro se ha dado en la localidad de Azgale, a una profundidad de 11 kilómetros.

Una treintena de réplicas, algunas de hasta 4,5 grados, se han sentido en varias provincias iraníes, entre ellas Kordestan, Juzestan, Hamedan, Azerbaiyán Occidental y Oriental, e incluso la capital, Teherán.

Irán, un país con una gran actividad sísmica

Irán es una región que suele sufrir muchos terremotos. El seísmo más grave se produjo en junio de 1990, cuando perdieron la vida 37.000 personas en varios pueblos del norte del país.

Otro terremoto registrado en diciembre de 2003 en la provincia meridional de Kerman se saldó con 31.000 víctimas mortales.

Movilizados todos los cuerpos de seguridad del país

El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, ha mostrado sus condolencias y ha movilizado a todos los cuerpos de seguridad para acelerar los trabajos de rescate y de retirada de escombros. El líder iraniano ha ordenado la implicación en las tareas de búsqueda del Ejército, los Guardianes de la Revolución y la fuerza de Voluntarios Islámicos Basij, tal y como expresa un comunicado.

Por su parte, el presidente de Irán, Hasan Rohaní, está en contacto permanente con el ministro de Interior, Abdolreza Rahmaní Fazli.

La ONU ofrece su ayuda

El Coordinador de Naciones Unidas en Irán, Gary Lewis, ha expresado sus condolencias por el desastre y ha ofrecido la ayuda del organismo internacional.

"Transmito mis más sinceras condolencias al Gobierno y al pueblo de Irán después del terremoto de anoche en la frontera occidental (...) La ONU ayudará si se le solicita", ha dicho Lewis en su cuenta oficial de Twitter. El coordinador, además, se ha reunido con las autoridades iranianas para revisar la situación y valorar "opciones para apoyar a Irán si es necesario".

Lewis ha insistido en que la comunidad internacional está preparada para ayudar a los damnificados por el seísmo.