Tal día como hoy del año 1974, hace 43 años, moría en un atentado terrorista Artur Mor i Roig que, hasta unos meses antes, había sido ministro de Interior de la República Argentina. Hombre con una profunda vocación democrática, había aceptado el ministerio que le había encomendado el dictador Lanusse con el compromiso que se le permitiría crear los instrumentos necesarios para transportar la República Argentina hacia un régimen político de libertades. Durante su mandato se derogó la ley que prohibía la actividad de los partidos políticos, se depuró el censo electoral y se convocaron elecciones generales; que ganaría una coalición liderada por los peronistas.

Artur Mor i Roig había nacido en Lleida el 14 de diciembre de 1914, justo al inicio de la Primera Guerra Mundial. Emigró con sus padres siendo un niño, al inicio de la gran crisis española que estallaría al acabar el conflicto bélico mundial (1918) y de su etapa de infancia conservaría para siempre la lengua catalana. Se doctoraría en Ciencias Políticas y su vida profesional estaría dedicada a la docencia y a la política. Con 25 años era concejal de San Nicolás de los Arroyos; con 38 era senador provincial de Buenos Aires; con 48 era presidente de la Cámara de los Diputados de la República y con 58 pasaba a ocupar el ministerio de Interior de la nación.

Asesinan Muere y Encarnado, el leridano que fue ministro de interior argentino. Noticia en portada. Font Clarin

Mor i Roig fue asesinado en un restaurante del barrio italiano de San Justo mientras comía con un grupo de amigos. Dos miembros integrantes de Montoneros —organización situada en el ala más zurda del peronismo— le dispararon 10 tiros a bocajarro. El atentado mortal contra Mor i Roig, político con fama de honesto y de honrado —que ya no ejercía ningún tipo de responsabilidad política— fue justificado por sus autores como un "asesinato estratégico" —como el del prestigioso líder sindical Rucci— para poner presión al gobierno y a la opinión pública. Un año y medio más tarde se produciría un golpe de estado militar que instauraría una dictadura criminal que causaría miles de desaparecidos.