Tal día como hoy del año 1609, hace 408 años, Luis Carrillo de Toledo, virrey hispánico en el reino de Valencia firmaba, por orden del rey Felipe III de la casa Habsburgo, el decreto de expulsión de la población morisca valenciana. Sería el primero de una serie de decretos que afectarían a la totalidad de países que formaban la monarquía hispánica. La expulsión de los moriscos se convertiría en una crisis humanitaria dantesca sólo comparable a la expulsión de la comunidad judía (1492) o al intento de exterminio del pueblo gitano (1749). El decreto de expulsión afectaría a unas 25.000 familias (135.000 personas) que representaban más del 30% del total de la población del reino de Valencia.

Los moriscos valencianos eran el resultado del mestizaje entre los conquistadores musulmanes —llegados a partir del 711 en varias oleadas— y la de origen hispanorromano que había abrazado al Islam. Posteriormente, durante la conquista catalano-aragonesa (centuria de 1200), muchas comunidades islámicas firmaron capitulaciones que les permitían continuar en el territorio. Pero la presión colonizadora catalano-aragonesa y la precariedad jurídica en que habían quedado, los desplazó hacia el interior del país. Allí se formarían bolsas de población morisca de lengua árabe y de religión musulmana— muy importantes numéricamente y muy compactas culturalmente.

La maniobra de expulsión adquirió unos tintes de dramatismo inimaginables. El virrey había ordenado que la población morisca fuera conducida a los puertos de Vinaròs, de València, de Dènia, de Xàbia y de Alicante para ser embarcada hacia el norte de África. Pero los Tercios castellanos que tenían que conducir las columnas de damnificados —por el suelo hasta los puertos valencianos y por mar hasta los puertos africanos— se entregaron a una brutal vorágine de robos, violaciones, mutilaciones y asesinatos que quedarían impunes. La investigación historiográfica estima que unas 5.000 personas murieron —por agotamiento o por efectos de la violencia de los soldados— antes de alcanzar los puertos de destino.