Tal día como hoy del año 1833, hace 184 años, el gobierno español presidido por Francisco Cea Bermúdez firmaba un decreto de nueva división territorial de España que cuarteaba Catalunya en cuatro provincias de nueva creación que no respondían a ningún criterio histórico, geográfico o económico. Cea Bermúdez, que era el máximo representante de un sector político equidistante en el conflicto entre liberales y conservadores, formó un gobierno de concentración donde tenía una destacada participación el liberal Javier de Burgos, que sería el impulsor del proyecto de descuartizamiento de Catalunya. Desde entonces el Principat quedaba dividido en las "provincias" de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona.

Desde la ocupación borbónica de 1714 hasta 1833, Catalunya fue organizada territorialmente como una "provincia" única, subdividida en "corregimientos" subordinados al mando militar español impuesto en Barcelona. A partir de 1833, las nuevas "províncias" catalanas del ministro Burgos, quedaban directamente subordinadas al ministerio de Gobernación del Estado español. Esta maniobra tenía el claro propósito de dividir y liquidar la identidad catalana, que había manifestado una fuerte recuperación durante las guerras napoleónicas (1808-1814). El resultado se haría patente unas décadas más tarde con la aparición de fenómenos estrambóticos como el leridanismo.

La división de Burgos no contemplaba el liderazgo que algunas ciudades como Olot, Figueres, Vic, Manresa, Vilafranca, la Seu d'Urgell, Cervera, Reus o Tortosa ejercían sobre sus respectivos territorios. Ni tampoco contemplaba la división territorial histórica catalana. Territorios con una fuerte cohesión histórica y una marcada identidad cultural serían, absurdamente, fragmentados por las nuevas entidades "provinciales". La Cerdanya —que ya había sido dividida entre los Estados español y francés después de la Paz de los Pirineos (1659)— quedaba, absurdamente, fraccionada entre Gerona y Lérida. El Penedès, entre Barcelona y Tarragona. O Arán, que perdía su autogobierno y quedaba integrado a Lérida.