Tal día como hoy del año 1794, hace 223 años, Georges Couthon, que hasta unas semanas antes había sido presidente de la Convención —el equivalente a presidente de la República—, era ejecutado públicamente en París por sus enemigos políticos. Georges Couthon, Maximilien de Robespierre y Louis de Saint-Just —que fueron ejecutados a la vez— eran los máximos responsables del régimen político que se llamó el "reinado del Terror" (septiembre 1793-mayo 1794). Durante la vigencia de aquel régimen los revolucionarios jacobinos —partidarios del unitarismo francés— llevaron a cabo una persecución implacable contra sus rivales políticos que se saldó con más de 1.300 ejecuciones.

Couthon, Robespierre y Saint-Just, con el propósito de recuperar el liderazgo francés en Europa, habían urdido un ambicioso plan para exportar la Revolución por todo el continente. Para llevar a cabo esta operación, Robespierre propuso ampliar los dominios de la República francesa hasta los límites históricos del imperio medieval de Carlomagno (800). Eso significaba que Catalunya —entonces una provincia sometida de la España borbónica— pasaría a formar parte de la República como una región más de la Francia metropolitana. Y que se aplicarían todas las reformas que había impulsado la Revolución. Entre ellas, la exclusiva oficialidad de la lengua y de la cultura francesas.

Pero Couthon pensaba que la resistencia catalana durante la Guerra de Sucesión (1705-1715) era una experiencia a tener en cuenta que explicaba muchas cosas de los catalanes. Couthon propuso la ocupación de Catalunya y la posterior creación de una República independiente, que sería gobernada por las élites intelectuales del país y que actuaría como una plataforma de proyección de la Revolución hacia la península Ibérica. En el plan de Couthon estaba previsto reunificar la Catalunya del Nord y el Principat. Couthon fue ejecutado poco antes de llevar a cabo el plan. Pero, en cambio, Napoleón Bonaparte, dieciocho años más tarde, ejecutaría con éxito el plan de Robespierre.