Tal día como hoy del año 1713, hace 304 años, se celebró en Cervera (Segarra) una conferencia entre los condes Königsegg y Grimaldi como representantes de las máximas autoridades militares de Catalunya durante el conflicto de la Guerra de Sucesión (1705-1715). Königsegg representaba al austríaco Guido Starhemberg –mariscal de campo y virrey de Carlos de Habsburgo en el Principat de Catalunya; y Grimaldi representaba al napolitano Restaino Cantelmo-Stuart –duque de Popoli y comandante en jefe del ejército borbónico en Catalunya. La conferencia de Cervera se planteó como una primera aproximación entre contendientes para negociar un armisticio.

En junio de 1713, después de ocho años de intensos combates, los ejércitos austriacistas y borbónicos estaban en una situación crítica; tanto en recursos humanos, como materiales, como financieros. La victoria borbónica de Almansa (Castilla) –en 1707– que parecía incontestable y definitiva se había visto contrarrestada por las victorias austriacistas de Almenar (Segrià), de Zaragoza y Villaviciosa (Castilla) –en 1710– que habían reequilibrado las fuerzas. Pero dos meses antes de la conferencia de Cervera, los contendientes internacionales –Francia, Inglaterra, Portugal, Países Bajos y Áustria- habían iniciado conversaciones en Utrecht para retirar sus fuerzas y poner fin al conflicto.

Conferčncia de Cervera. Imagen de Cervera (1700). Fuente Museo de Cervera

Pero el Borbón hispánico únicamente contemplaba la posibilidad de cerrar el conflicto aplastando militarmente a los catalanes. Y reduciendo, políticamente, la nación catalana a la categoría de simple provincia de Castilla. La conferencia de Cervera fracasó. Pocos días después, el 22 de junio, las partes en conflicto se reunieron de nuevo en l'Hospitalet (Barcelonès) y se resolvió que los aliados austriacistas se retirarían casi incondicionalmente. Catalunya se quedaba sola y abandonada a su suerte, y los brazos estamentales votarían, posteriormente, la resistencia a ultranza. El conflicto perdía la naturaleza que lo había impulsado y alimentado, y se transformaba en la revolución independentista de 1713-1714.