Tal día como hoy del año 1888, hace 129 años, se clausuraba la Exposición Universal de Barcelona que se había inaugurado el 8 de abril y que, durante los ocho meses de actividad, había recibido a más de 400.000 visitantes, en una ciudad que tenía 530.000 habitantes. La de 1888 sería la primera de las dos grandes exposiciones universales que, en el transcurso de su historia, ha acogido la ciudad de Barcelona. Aquel certamen, a diferencia del de 1929 que se organizó en la montaña de Montjuïc, se desarrolló sobre una amplia franja de terreno que se iniciaba en el Arco de Triunfo y finalizaba en la Barceloneta; pasando por el Parque de la Ciutadella, el Parque Zoológico y la Estación de Francia.

Se clausura la Exposición Universal de Barcelona de 1888. Cartel de la Exposición. Fuente Wikimedia Commons

La Exposición Universal había sido, inicialmente, idea del empresario gallego Eugenio Serrano. Peró la envergadura del proyecto le hizo renunciar a la iniciativa; y el 11 de marzo de 1885 -tres años antes de la inauguración- el Ayuntamiento de Barcelona, presidido por el alcalde Francesc Rius i Taulet se hacía cargo del proyecto. Rius i  Taulet nombraría una comisión organizadora -"Comité de los ocho"- formada por el mismo alcalde y por Elies Rogent i Amat, Lluís Rouvière i Bula, Manuel Girona y Agrafèl, Manuel Duran i Bas, Josep Ferrer i Vidal, Claudi López i Bru, y Carles Pirozzini i Martí; que representaban todos los sectores económicos, políticos, sociales y culturales de la ciudad de Barcelona.

La Exposición Universal, a pesar de presentar un balance deficitario final de seis millones de pesetas, fue considerada un éxito rotundo. Estimuló el sector de la construcción y promovió la urbanización de una parte importante de la ciudad. El flujo de visitantes repercutió muy positivamente en todos los sectores económicos de la ciudad y, sobre todo, impulsó la creación de estrategias conjuntas de la economía catalana -fundación de la Cámara de Comercio de Barcelona- y la creación, también, de sinergias muy importantes entre la industria catalana y los mercados europeos. La Exposición de 1888 sería considerada el primer paso en la internacionalización de se la industria catalana.